El presidente catalán se dirige a sus compañeros de partido en la reunión del consejo nacional de Convergència Democrática de Cataluña celebrada ayer en Barcelona. :: TONI ALBIR / EFE
ESPAÑA

CiU avisa a Esquerra de que pone en peligro la unidad soberanista

Mas dice que su partido es «la pared maestra» del proceso y recibe «los golpes» mientras otros están de «espectadores»

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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La actitud de Esquerra irrita cada vez más a CiU porque es su socio en el proceso soberanista, pero a la vez es el principal partido de la oposición e impulsa comisiones de investigación, como la del 'caso Pujol'. Artur Mas decidió que debía dar un toque de atención a sus compañeros de viaje porque con su calculadora de votos pone en riesgo la unidad independentista.

Si el jueves pasado, lanzó un dardo envenenado cuando señaló que «unos [CiU] no solo pueden recibir golpes y otros [Esquerra] las caricias», ayer advirtió a la formación republicana, y también a Iniciativa y la CUP, que sus «cálculos partidistas» están perjudicando no solo el proceso soberanista, sino que pueden «hundir el país». «Nuestro partido ha sufrido golpes y heridas. Los que en este momento, después de un combate tan duro, no tienen ningún rasguño, es porque en lugar de hacer de actores hacen de espectadores y, a veces, secundarios».

Mas considera que la unidad de CiU, Esquerra, Iniciativa y CUP es uno de los principales activos del proceso catalán, pero en su discurso de ayer en el consejo nacional de Convergència admitió por primera vez que la unidad empieza a no ser tal y es «el eslabón más débil de la cadena». Lo decía por los réditos electorales que buscan sus aliados con la investigación del 'caso Pujol', pero también por la presión que ejercen para que desoiga la prohibición del Constitucional a la consulta.

En pie y ánimo sereno

El presidente de la Generalitat advirtió además al resto de formaciones soberanistas que si siguen con los ataques a Convergència estarán arremetiendo de manera directa contra el proceso, ya que a su juicio su partido está en el «centro» del proyecto independentista, «haciendo de pared maestra», y sin la formación nacionalista todo puede «flaquear» y derrumbarse.

A pesar del tono crítico con sus compañeros de viaje, el líder nacionalista trató de levantar la moral de la tropa convergente, tocada por el 'caso Pujol' y porque ve que el proceso no acaba de culminar. «Estamos de pie, con el ánimo sereno, el espíritu fuerte y con ganas de hacer cima para contemplar el paisaje de la libertad de Cataluña», aseguró Mas.

El consejo nacional de CDC ratificó de manera casi unánime la nueva dirección tras la salida de Oriol Pujol. Josep Rull es el número dos y en su discurso mostró su entusiasmo soberanista. Abogó por una Convergència nueva, 100% independentista, que se propone «refundar» en el congreso extraordinario de 2015. Con esa refundación, CDC también trata de pasar página del pujolismo. «Nunca una persona es más importante que un colectivo», remató Mas.