Economia

Los olvidados de la protección social

El 84% de los desempleados entre 45 y 55 años lleva más de un año buscando trabajo El Gobierno prevé que el colectivo de parados de larga duración de mayores de 45 años sea el primero al que se ayude

MADRID. Actualizado: Guardar
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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se comprometió con los agentes sociales el pasado mes de julio a aumentar la protección social de los colectivos más vulnerables. A lo largo de este mes se debatirá cómo y quiénes empezarán a recibir esas nuevas ayudas. En el Ejecutivo reconocen que no hay dinero para todo y que el proceso tendrá que ser gradual. Pero ya barajan un colectivo concreto que ha quedado desprotegido tras los recortes introducidos en 2012: los parados de larga duración entre 45 y 55 años con cargas familiares. Este grupo de desempleados contaba hasta mediados de 2012 con un subsidio especial que el Gobierno suprimió. El Ministerio de Empleo tiene que elaborar un mapa completo de ayudas sociales, donde se incluyan todas las que conceden el Estado, las comunidades autónomas y los ayuntamientos. En la reunión de julio en Moncloa también se planteó la necesidad de ofrecer una renta mínima a todos los hogares sin ingresos, que según la Encuesta de Población Activa son más de 740.000. Antes, el Gobierno quiere analizar el detalle de todos los instrumentos de protección social, incluyendo las rentas mínimas de inserción que conceden las comunidades con cuantías y condiciones diferentes.

La tarea no es poca. España es el segundo país de la Unión Europea con la tasa de paro más alta, el 24,47% en el segundo trimestre. La crisis ha triplicado el número de parados, que ha pasado de los 1,77 millones que había en el segundo trimestre de 2007 a 5,62 millones a mediados de este año. Dentro de ellos existe un grupo especialmente vulnerable, como son los parados mayores de 45 años, a los que una vez expulsados del mercado laboral les cuesta mucho más poder volver a encontrar trabajo, y que una vez agotada la prestación por desempleo ya no cuentan con el subsidio especial hasta cumplir los 55 años de edad.

En la actualidad hay 1.263.200 parados entre los 45 y los 55 años de edad, lo que supone más que cuadruplicar los 280.200 desempleados existentes en 2007 en esa franja de edad. Eso representa un deterioro mucho mayor que el registrado en la media de parados. De hecho, a pesar de la elevada tasa de paro juvenil que registra España y de la lógica preocupación por el trabajo de los jóvenes, el número de parados entre 16 y 19 años apenas ha variado respecto al que existía en 2007 (171.200 frente a 165.800) y su peso sobre el total de parados se ha reducido a la tercera parte. Es cierto que los desempleados entre 20 y 24 años se han incrementado un 140% en este periodo, pero su empeoramiento es menos de la mitad del experimentado por los mayores de 45 años.

A ello se une un problema aún más grave. El desempleo a partir de los 45 años tiene altas probabilidades de convertirse en paro de larga duración. Del total de 5,62 millones de parados, según la Encuesta de Población Activa (EPA), 1,1 millones llevan más de un año buscando empleo y 2,38 millones llevan más de dos años. Es decir, el 62% de los parados son de larga duración. Antes de la crisis, sólo el 24,6% lo era. Si ya es de por sí grave esta situación, en el colectivo entre 45 y 55 años, el paro de larga duración -por encima del año- afecta al 84% de esos desempleados; ocho de cada diez llevan más de dos años buscando empleo.

Sin trabajo, sin perspectivas de encontrarlo y, cada vez más, sin prestaciones por desempleo o sin posibilidad de obtener algún subsidio.

La tasa de cobertura de las prestaciones por desempleo cae de forma ininterrumpida desde el año 2010. En ese ejercicio, alcanzó un máximo del 78,4%; ahora apenas supera el 59%. Y si antes de la crisis más de la mitad de los perceptores de prestaciones por desempleo cobraban las de carácter contributivo -aquellas por las que se ha cotizado y que son más altas-, ahora las tornas han cambiado: el 55% tienen que acogerse a las de nivel asistencial -como los subsidios o el programa Prepara-. El tiempo máximo de percepción de una prestación contributiva por desempleo no supera los dos años y ya son muchos los que perdieron su empleo hace más tiempo, por lo que han agotado el plazo para cobrar el paro. Más de medio millón de personas al año reciben un subsidio al haber agotado la prestación contributiva. El problema es que no todos tienen derecho a esta prestación de carácter asistencial. En 2012, el Gobierno suprimió, a través de un real decreto, el subsidio especial para mayores de 45 años a nuevos perceptores, una ayuda de carácter asistencial a la que podían acogerse tras haber agotado la prestación contributiva.

También aumentó de 52 a 55 años la edad para poder percibir otro subsidio especial. Aquel real decreto supuso aún más recortes en la protección social, ya que se modificó el acceso a la Renta Activa de Inserción (RAI) para «reforzar su vinculación con el empleo y garantizar una mayor efectividad de los recursos públicos», según justificó el Gobierno. De tal manera que dejó de otorgarse la RAI a personas sin empleo anterior, al exigir que hubieran agotado la prestación o subsidio por desempleo. Por último, se redujo la cuantía de las prestaciones por desempleo del 60% al 50% de la base reguladora a partir del sexto mes.

Aquel duro golpe podría ahora ser corregido, con lo que 2015, además de año electoral, se convertiría en el año de la bajada de impuestos y de la subida de las ayudas sociales.