CÁDIZ

La reinvención de extramuros comienza en sus cenizas

Los barrios más cercanos al epicentro de la explosión de 1947 precisan de una reordenación que los rescate del 'urbanismo de emergencia'

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Vecinos de San Severiano y la Barriada España reclaman equipamientos sociales que alivien la falta de servicios en la zona

La noche del 18 de agosto de 1947 Cádiz vivió una auténtica pesadilla. La explosión del polvorín de la Armada dejó tras de su resplandor rojo un desastre de dimensiones inimaginables. Casas, iglesias, escuelas, barrios enteros que desaparecieron del mapa arrastrados por una onda expansiva demoledora. Eso por no hablar de los más de 150 muertos y miles heridos que quedarán para siempre en el recuerdo de los gaditanos. Pero por descabellado que parezca afirmarlo, aquella noche comenzó también uno de los momentos más brillantes de la historia de Cádiz en el siglo XX. En una ciudad con casi los mismos problemas estructurales que ahora a nivel económico y laboral, agravados por el manto gris de la posguerra, empezaron a llegar muchas inversiones públicas derivadas de las inyecciones económicas realizadas por el Estado para socorrer a las víctimas de la explosión. Fue un momento clave para el desarrollo de la ciudad. La necesidad de reconstruir parte de la misma hizo que se creara empleo, mucho. También se apostó por unos astilleros que quedaron arrasados en el 47 y que aguantaron el tirón hasta la crisis del sector a mediados de los 70.

Los años posteriores a aquel fatídico 1947 fueron por tanto un tiempo lleno de oportunidades para Cádiz. El problema, es que muchas de ellas no supieron aprovecharse. Sobre todo a nivel urbanístico las cosas no se hicieron con la frialdad necesaria. Primó la urgencia, la arquitectura de la subsistencia por encima de un planteamiento de futuro. Y de aquellas arenas, estos lodos.

La propia alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, reconocía en el acto de homenaje a las víctimas de la explosión de hace un par de semanas que aún hay barrios de Cádiz, los más próximos a la zona de la tragedia, como San Severiano o la Barriada España, que tienen que ser reordenados y mejorados. Es una de las deudas de la ciudad consigo misma.

Un perfecto conocedor del desarrollo urbanístico de la ciudad en las últimas décadas, el arquitecto Julio Malo de Molina, afirma que en estos barrios en concreto, pero toda la zona de extramuros en general, hay un planeamiento erróneo de base. Faltan equipamientos, se precisa de un plan especial de movilidad –en el que ya lleva años trabajando el Ayuntamiento– y en definitiva, se hace patente la necesidad de dotar de nuevos servicios a una zona densamente poblada. Más de dos tercios de la población gaditana vive en Puerta Tierra.

Son muchas las necesidades, pero como en 1947, también en 2014 nos encontramos con grandes oportunidades de desarrollo. En una ciudad como Cádiz, sin espacio para crecer, encontrarse en poco más de un kilómetro cuadrado con grandes solares como el resultante de la demolición de parte de la Institución Provincial Gaditana y el futuro derribo del cementerio de San José es algo inaudito. Cierto es que en el solar de la Institución está prevista por parte de la Junta de Andalucía la construcción de la Ciudad de la Justicia. Pero ante la falta de concreción del proyecto no son pocos los que reclaman actuaciones, aunque sean provisionales.

Escasa cultura urbanística

Julio Malo apunta a que esta zona de la ciudad, al igual que casi todo el resto de extramuros necesitan de un replanteamiento de los espacios públicos. «El estado de las viviendas, muchas de ellas sociales, no es malo. No se hace tan necesaria una rehabilitación como la dotación de equipamientos públicos, que es un mal histórico en esta ciudad. Todo esto es el fruto de la falta de cultura urbanística de la primera mitad del siglo XX», cuando se produjo el crecimiento de Cádiz más allá de las murallas.

En definitiva, lo que el arquitecto reclama es la realización de un estudio concienzudo que permita la reordenación urbanística del área central de Puerta Tierra y eso no se puede hacer sin contar con quienes mejor conocen las necesidades concretas de la zona, que son los que habitan en ella.

Los vecinos del barrio de San Severiano se quedaron hace unos años con la miel en los labios tras acabar en un cajón el gran proyecto de reurbanización que incluso llegaron a firmar con una promotora antes de que la crisis, el estallido de la burbuja inmobiliaria y los problemas legales para ganar altura en los edificios de viviendas que pensaban levantar dieran al traste con la operación. Ahora quienes viven en los patios interiores de San Severiano continúan con los males de siempre, pero agravados por el paso de los años.

Conscientes de las dificultades de ejecutar un plan integral de reordenación de la zona, sí que mantienen una serie de reivindicaciones concretas, que pasan por mejorar la iluminación de los grandes patios, pintar la pared que baja desde el puente de San Severiano hasta la carretera industrial o que el Ayuntamiento disponga alguna zona con juegos infantiles en la barriada. Esas son sólo algunas de las necesidades de un barrio que, como dicen algunos de sus vecinos, «está muy antiguo».

Muy cerca, en la Barriada España, donde los propietarios de las viviendas están encargándose en gran medida de la restauración necesaria en muchos de sus edificios, especialmente en las calles donde se levantan los pisos ‘del Avecrem’, las reivindicaciones también van encaminadas a la dotación de nuevos equipamientos sociales.

Reivindicaciones históricas

Desde hace años se viene pidiendo desde la Asociación de Vecinos Beduinos la construcción de un centro de salud. El vicepresidente de la entidad, Manuel Masón, considera que es una cuestión de justicia, puesto que es en esa zona «donde se debería haber construido el que está en la calle Brunete», pero la falta de espacios en el momento en que este centro de levantó terminó por alejarlo de unos vecinos que tienen que desplazarse hasta allí o hasta la Barriada de la Paz para ir al médico. Ellos mismos aportan la solución. Creen que el solar de las antiguas casitas bajas ofrece la oportunidad idónea para traer nuevos servicios al barrio. Allí, junto al bloque de viviendas en el que se ha realojado a los antiguos moradores de dichas casas está prevista, según el Plan General de Ordenación Urbana, la construcción de un edificio para equipamientos municipales. La propuesta de los vecinos es muy concreta: «En la primera planta podrían ubicar el centro de salud, la segunda se podría dedicar a un centro de mayores y en la tercera planta que el Ayuntamiento ponga lo que crea necesario, por ejemplo un centro de Servicios Sociales como los que se están abriendo en otros barrios», comenta el vicepresidente de la asociación.

Lo que no parece tan claro es que vaya a salir adelante el proyecto de construcción de una gran torre de pisos en el otro extremo del solar, el que servirá de fachada a la avenida transversal. Uno de los hitos diseñados por los redactores del nuevo PGOU antes del estallido de la crisis.

Y por supuesto, lo que también reclaman estos vecinos es al reactivación de los proyectos del Pabellón Portillo y la Ciudad de la Justicia, que habían levantado grandes expectativas de crecimiento económico en la zona y cuyo parón «le está quitando mucho vida al barrio».

Planes municipales

El Ayuntamiento de Cádiz es consciente de las reivindicaciones y necesidades de los vecinos de estos barrios. La mejor prueba de ello es que muchas de sus peticiones ya están recogidas en el documento que marca el desarrollo urbanístico de la ciudad para los próximos años, el Plan General de Ordenación Urbana.

Desde el equipo de Gobierno se explica que «tal y como dijo la alcaldesa hay que ordenar esta zona de la ciudad, y por ello este equipo de Gobierno mantiene la transformación de barrios que plantea el Plan General, aprobado hace dos años. En esa transformación se incluyen espacios reservados para equipamientos que se podrán ir ejecutando en base a la demanda social que haya para los usos en los mismos. En cuanto a aspectos concretos como la Ciudad de la Justicia, hay que tener en cuenta que si en ese solar no se ejecuta este proyecto, Cádiz ya no cuenta con más opciones de espacio para poder ejecutarla, lo mismo que ocurre con el hospital. Y al ser equipamientos tan importantes no podría prescindirse de ellos. Desde el equipo de Gobierno se plantea desarrollar el Plan General, incluyendo los equipamientos que sean necesarios en la zona y demandados por los vecinos».

Respecto a una reivindicación muy concreta, como es la que hacen los vecinos de la Barriada España sobre el centro de salud, desde el Ayuntamiento se explica que «es correcto que el mapa sanitario de la ciudad configuraba anteriormente dos centros de salud muy cercanos como son La Laguna y Loreto, mientras que en esa zona no se planteaba ninguno. Tras la apertura de la Juan Carlos I esa zona sigue sin centro de salud, pero ese es un proyecto que tendrá que plantear la Junta de Andalucía, a través del SAS, así como proyectarlo, ejecutarlo y financiarlo».