Una actividad muy lucrativa en el centro de otro escándalo político

La gestión de las estaciones de la ITV es un negocio muy lucrativo. Según los últimos datos facilitados por la Junta de Andalucía, en este primer semestre del año un total de 1.616.847 vehículos fueron inspeccionados en la comunidad andaluza. Si se toma como precio medio la tarifa para un turismo que pase la revisión en la provincia de Cádiz (43,69 euros), esta actividad ha generado un montante de 70,6 millones de euros y sólo hasta el 30 de junio.

Un negocio lucrativo y estable que explicaría por qué atrajo el interés de una red corrupta tejida en Cataluña en la que habría participado empresarios y el diputado de CIU, Oriol Pujol (hijo del expresidente de la Generalitat). Allí se investiga si hubo sobornos para influir en el diseño de la configuración de estaciones y que en esa redistribución salieran beneficiadas determinadas personas.