CÁDIZ

«Hasta que no haya una epidemia de intoxicados nadie hará nada»

Los expertos abogan por facilitar la depuración de las aguas residuales en estas casas, más allá de que se las considere legales o ilegales

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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«El problema es la falta de conciencia. Igual que te has hecho tu vivienda ilegal, debes hacerte tu depuradora legal». Con esta rotundidad, el chiclanero Jaime Chozas defiende la necesidad de actuar ante un problema «latente». A juicio del gerente de Rurhabitat, empresa dedicada a buscar soluciones a las construcciones sin servicios, «habría que permitir a las viviendas que no se puedan legalizar que depuraran sus aguas; los ayuntamientos deben tomar medidas».

La idea no es nueva. En 2012, la Junta puso en marcha un decreto destinado a tal fin. Pero dejó su ejecución en manos de los municipios, «que no han tenido la valentía para aplicarlo».

Los ecologistas tienen claro que la situación terminará estallando. El subsuelo y, en especial, los acuíferos y lagunas subterráneas están sobreexplotadas en una provincia donde han crecido de forma alarmante los núcleos poblacionales irregulares.

Piscinas, pozos excavados sin control, fosas sépticas o pozos negros que se convierten en un cajón desastre para todo tipo de residuos de una vivienda, ponen en riesgo el patrimonio ambiental por sus filtraciones y amenazan la salud de los gaditanos.

«Cuando me preguntan por ello siempre respondo lo mismo; el día que haya una pandemia y se colapsen los hospitales de la provincia de ciudadanos intoxicados por las aguas con las que se duchan y cocinan, alguien se decidirá a tomar cartas en el asunto», lamenta Chozas. La actual legislación urbanística autonómica permite desde el año 2012 la regularización de viviendas en suelo urbano o no urbanizable mediante la figura del AFO: Asimilado a Fuera de Ordenación.

Sin embargo, los expertos alertan de que miles de viviendas edificadas sin control en los últimos años en la provincia no podrán conectarse a medio plazo con los servicios públicos. «El colmo del sinsentido ocurre en zonas como la Rana Verde en Chiclana, donde incluso teniendo las infraestructuras, las viviendas no se pueden enganchar a ellas».

Pero más allá de Chiclana, siguiendo la línea de costa más concurrida en este mes de agosto de la provincia y una de las más envidiadas de España, en Conil, la situación es aún peor. «Allí se ha dado agua potable a viviendas en los últimos años sin tener un sistema para los vertidos ni una red de saneamiento acondicionada».

Los verdes consideran que a diario se están contaminando los acuíferos y que sería necesario regular, mediante ordenanzas municipales, un procedimiento que permita a las viviendas depurar sus aguas negras y verterlas con autorización, acabando así con los vertidos incontrolados. Y es que en muchos puntos de Cádiz cientos de ciudadanos se nutren de agua potable directamente extraída del subsuelo, curiosamente, de pozo artificiales pinchados a apenas unos metros de distancia de las fosas sépticas, «con claras interferencias entre ambos».

Esta situación es fácil de resolver. En la actualidad ya hay disponibles y a la venta en el mercado especializado lo que se denominan reactores biológicos, que no son otra cosa que unas especies de fosas sépticas homologadas y algo más sofisticadas que las habituales, que con una baja inversión de en torno a los mil euros, permitiría la toma de muestras de los residuos; «pero claro, hace falta voluntad», insisten.