El oficial arrestado por denuncias al Ejército abandona la huelga de hambre

Luis Gonzalo Segura, el teniente que fue condenado a dos meses de reclusión en un centro disciplinario militar por denunciar supuestas corruptelas y abusos en el Ejército, abandonó ayer la huelga de hambre que inició el pasado 17 de julio. Tras haber pasado 528 horas en ayuno tomó la decisión de poner fin a su protesta debido a las recomendaciones de los médicos, que le advirtieron de que continuar con su propósito podría ocasionarle serias complicaciones, como un fallo renal o de otros órganos vitales, arritmias o infecciones, dificultades que podrían provocarle la muerte.

Ahora, Segura se enfrenta al proceso de realimentación, una fase aún peligrosa para su salud y que podría provocarle problemas cardíacos serios. Desde hoy comenzará a ingerir batidos y complementos alimenticios cuya cantidad se irá incrementando de manera paulatina.

Está previsto que permanezca al menos tres semanas más en el hospital militar Gómez Ulla de Madrid, donde se encuentra ingresado desde que comenzó la huelga.

Hasta el momento los 22 días que ha permanecido sin comer ya le han provocado un gran cansancio general, hipotensión, descenso de la frecuencia cardíaca, debilidad muscular e hipotermia, síntomas que han deteriorado notablemente su salud. El teniente Segura ingresó el pasado 18 de julio en el centro hospitalario con un peso de 73 kilos y actualmente apenas supera los 60. Además podría haber sufrido secuelas irreversibles en alguno de sus órganos vitales, extremo que comprobarán los médicos en los próximos días.

El oficial aseguró ayer que la huelga ha terminado, pero no su lucha. «Voy a seguir peleando por la modernización del Ejército», afirmó Segura. Esto es, garantizar una auditoría externa pública para las Fuerzas Armadas, el sometimiento de los tribunales militares a la jurisdicción civil y la desmilitarización de la Guardia Civil. Todas estas medidas tienen como objetivo «poder investigar de forma independiente los abusos que se dan en el Ejército», declara.

«Mi intención no era suicidarme, he llegado hasta donde podía llegar», afirmó vía telefónica Segura. «Lo que pretendía era poner el foco de atención en una institución de la que no se puede hablar», explicó el teniente.

Respaldo político

De momento las medidas que propone Segura para modernizar el Ejército han sido respaldadas por Izquierda Unida y UPyD. La diputada magenta, Irene Lozano, preguntó al gobierno de Mariano Rajoy si tenía previsto iniciar una investigación para esclarecer las supuestas malas prácticas en el seno del Ejército que denuncia Segura. Lo hizo a través de un escrito presentado en el Congreso el pasado 16 de julio.

Podemos, la formación que lidera Pablo Iglesias, ha mostrado su apoyo reiteradamente al teniente Segura desde que se conociera su caso.

«Es una vergüenza que ni PP ni PSOE se hayan pronunciado sobre este caso. Estoy seguro de que les pasará factura en las elecciones», dijo Segura molesto.