Los coristas somos de segunda división

De toda la vida en los mentideros de carnaval hemos comprobado como al corista y a los coros nos consideraban carnavaleros de segunda división. Siempre apostillaban que los buenos cantantes estaban en comparsas y chirigotas y que en coros solo salían mediocres o acabados de la fiesta, que decidían terminan su etapa carnavalesca saliendo en un coro. A los autores de coros también se nos trata como autores de segunda. Cualquier letra de algún renombrado autor de comparsas tendrá más repercusión mediática que cualquiera de los innumerables y magistrales temas compuestos y escritos por un autor de coros. A los coristas se nos tacha de falsos. Falsos en nuestras reuniones y en nuestro compañerismo, que nuestra camaradería se sostiene solo con un vaso en la mano y que únicamente nos mueve el dinero que recibimos de las subvenciones.

Pues bien la historia coloca a todos en su sitio y la historia la estamos escribiendo los coristas. Por fin en Cádiz capital después de que hayan pasado casi doscientos años desde que parece ser se tiene constancia que apareció la primera agrupación de carnaval (Cuadrilla de gallegos, 1821) , los coristas en asociación (ASCOGA) vamos a inaugurar este próximo jueves la primera Casa del Corista, si han oído bien, del corista. Esos a quienes muchos catalogaban de segunda división, esos que tienen cantantes y autores mediocres, esos mismos que solo se reunían para sacarle dinero al ayuntamiento. Esos han sido los primeros, y por lo que se ve los únicos, que han tenido los arrestos suficientes para dejar sus diferencias a un lado y unirse para pelear por los coros, por el tango y por una afición verdadera. La asociación de coristas que está compuesta por todos los coros existentes (21), a excepción del coro de Pastrana, que no se agrega más por cabezonería que por discrepancias, ha logrado a través de su Presidente Antonio Procopio y de su equipo cumplir un sueño de muchos amantes del tango.

La paradoja ha querido que los coristas, aunque seamos un equipo de segunda, tengamos un estadio de primera.