LEJOS DE PINA

Primero Espinosa, ahora Servando y como broche Jona. El Cádiz 'caza' en tierras jienenses, campo de plata hace un mes escaso. Experiencia en la categoría, sabiduría, personalidad, carácter y talento. Mimbres para formar un equipo, un bloque férreo, comprometido y que conoce un objetivo que muchos han conseguido en otros años. Y propiedad del Cádiz CF, patrimonio, nada de formar un plantel repleto de cedidos que se bajan del barco en cuanto sopla el temporal.

La plantilla de Antonio Calderón va tomando forma. Y de la mano de Vizcaíno y sus 'contactos', de momento alejado de Quique Pina. El murciano ya no parece ser ese gestor deportivo que aparecía en diciembre y que reforzó al equipo en el mercado invernal a través de Calambur. Ahora es uno más. Un buen amigo, siempre dispuesto a ayudar, pero no el que maneja los hilos como hace dos años. De momento no ha aparecido por Cádiz nadie del Granada ni de su cartera y, como dicen que el movimiento se demuestra andando, estas operaciones dan la razón a aquellos que hablan de un distanciamiento entre ambas partes. O que se está guardando muy bien.

La cuestión es que el nuevo Cádiz acierta en sus primeros pasos. La continuidad de Calderón, la rebaja en la campaña de abonados, el espectacular Trofeo Carranza que se prepara, y ahora los fichajes que van cayendo lenta y progresivamente, sin desmoronar el plantel construido la pasada campaña. Motivos para pensar que se trabaja con criterio, pese a algunos movimientos extraños en la cantera y con las jóvenes promesas amarillas.

El Cádiz funciona como club, hasta el momento con autonomía, sin dependencia de extraños, esquivando jugadas raras. Consolidando un patrimonio. La máquina comienza a andar por sí sola. Ya está suficientemente hipotecada para seguir aumentando sus deudas.