El ataque destrozó el Banex Plaza Shopping de la capital nigeriana, abarrotado en hora punta. :: AFP
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Boko Haram vuelve a sembrar el pánico en la capital

Los milicianos islamistas matan a 21 personas en un ataque con explosivos contra un complejo comercial y de negocios en hora punta

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Veintiuna personas murieron y otras diecisiete sufrieron heridas de consideración en el ataque con explosivos contra el Banex Plaza Shopping, un centro comercial y de negocios de lujo en Abuja, la capital nigeriana. El suceso tuvo lugar alrededor de las cuatro de la tarde, hora local, cuando el edificio se hallaba abarrotado de empleados y clientes. Los testigos hablan de la presencia de varios hombres en motocicletas como los responsables del lanzamiento de un dispositivo en las inmediaciones del 'mall,' situado en el distrito de Wuse, zona acomodada donde se encuentran grandes hoteles y edificios de la Administración. El artefacto fue detonado cuando los autores del atentado alcanzaron una distancia de seguridad.

El ataque, ya atribuido a la banda islamista Boko Haram, causó las primeras víctimas en el aparcamiento del centro comercial, que se incendió. La televisión local mostraba escenas de coches envueltos en llamas y aseguraba que las grandes columnas de humo que provocó la deflagración podían contemplarse desde diferentes puntos del área metropolitana. Diferentes testimonios coincidían en describir un escenario de pesadilla. «Escuchamos una enorme explosión, los cristales del centro estallaron. Salimos corriendo, un montón de gente empezó a correr, algunos con heridas que sangraban», relató a la agencia Reuters Gimbya Jafaru, un vecino de la capital al que el atentado sorprendió cuando realizaba compras en el complejo Banex Plaza.

La Policía ya anunció anoche que el Ejército mató a dos de los presuntos atacantes y capturó a un tercer sospechoso de este nuevo golpe de los islamistas contra el corazón del país. Las últimas acciones de los radicales en la metrópoli nigeriana tuvieron lugar el pasado de abril y en aquella ocasión afectaron al suburbio popular de Nyanya, con un saldo de más de cien fallecidos.

La noticia de la operación terrorista en Abuja coincide con informaciones de otra explosión en otro mercado de la ciudad de Mubi, en el Estado de Adamawa, cuya trascendencia aún se desconoce y la detención de medio centenar de presuntos guerrilleros en el sureste del país. Las autoridades de la ciudad de Enugu encontraron armas y uniformes militares en la revisión rutinaria de un autobús y procedieron a la detención de su pasaje. Hace una semana, los cuerpos de seguridad aprehendieron a 486 supuestos radicales que viajaban hacia el sur en lo que se interpreta, desde el Gobierno nigeriano, como un intento de extender sus actividades a las regiones costeras.

Indignación

La violencia que sacude Nigeria, el país más rico de África, tuvo también el pasado lunes otro episodio de enfrentamiento intertribal en Kaduna, en el denominado 'cinturón central'. Miembros de la etnia fulani, ganaderos de religión musulmana, irrumpieron en las poblaciones de Fadan Karshi y Nandu y comenzaron a disparar indiscriminadamente. Al menos 38 vecinos, incluidos mujeres y niños, perecieron en el asalto, otro ejemplo de la difícil convivencia entre las diversas comunidades que habitan las áreas rurales.

La aparente inoperancia de la Administración local y central ante las continuas masacres provocadas por los diversos grupos armados indigna a la opinión pública. Los colectivos cívicos demandan medidas preventivas especialmente en los Estados de Kaduna y Plateau, afectados por profundos conflictos que amenazan la coherencia social.