Sociedad

España recorta 6.000 millones en la lucha contra la pobreza infantil

Unicef denuncia la pasividad de las administraciones en la lucha contra esta lacra, en la que viven el 27,2% de los niños españoles

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Los pequeños bajitos a los que canta el maestro Serrat se están convirtiendo en las primeras víctimas de esta luenga crisis, que ha recortado todas las partidas económicas que van destinadas a los más pequeños. La dotación presupuestaria de los gobiernos nacional y autonómicos para la infancia era de 43.766 millones en 2010; tres años después, los apartados para los más pequeños habían menguado en 6.370 millones, hasta los 37.396 millones. Esta falta de ayuda, unida a la situación dramática de muchas familias, ha provocado que uno de cada cuatro niños españoles esté por debajo del umbral de la pobreza. Un 27,5% de ellos. Cerca de 2,3 millones. Una línea roja que el Instituto Nacional de Estadística (INE) fija en unos ingresos de 17.040 euros anuales para una familia de dos adultos y dos niños menores de 14 años.

Esta situación económica y la pasividad de las administraciones han provocado, además, que los españoles se replanteen su paternidad. Según el INE y recoge Unicef, los hogares sin niños dependientes tienen una tasa de pobreza del 11,8%, mientras que una casa con dos adultos y tres o más niños dependientes posee una tasa de pobreza del 46,9%. «La pobreza tiene rostro infantil», comenta Marta Arias, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Unicef. Esta carencia de apoyo, y los problemas financieros, están incidiendo claramente en la natalidad, que se retrasa o directamente se anula. El INE señalaba ayer que durante 2013 se había producido una caída del 6,4% de la natalidad. Es el quinto año consecutivo de descenso y la previsión más optimista indica que en 2023 España contará con un millón menos de niños menores de 10 años que en la actualidad.

Para intentar girar esta situación, Unicef lanzó ayer una propuesta: un pacto de estado para blindar los derechos de la infancia. «Los responsables políticos y la sociedad debe cambiar esta realidad para romper la tendencia por dos motivos: para asegurar el bienestar y la igualdad de oportunidades para los niños, que es su derecho, y porque la infancia de hoy es la que construirá el país de mañana», indicó Carmelo Ángulo, presidente de Unicef Comité Español, durante la presentación del informe 'La infancia en España 2014'.

Ayuda por hijo

Esta iniciativa, abierta a la sociedad civil y que comenzó con una recogida de firma, está basada en dos grandes bloques: pobreza y educación. En el primero, Unicef aboga por asumir las metas del Programa Nacional de Reformas de la UE, como conseguir en 2019 tener 255.000 menores menos en riesgo de exclusión; fomentar el empleo o aproximar el gasto social en familias e infancia a la media europea del Producto Interior Bruto.

España es, tras Grecia, el segundo de la UE menos capaz de recortar la pobreza infantil. Además, hace un esfuerzo de inversión en políticas de protección social de la infancia muy inferior a la media de la UE, con un gasto por habitante de 270 euros al año frente a 510 euros de la media europea. Arias destacó que en España se destina el 1,4% del PIB a la infancia, ocho puntos menos que la media de la UE. Asimismo, Unicef reclamó que se establezca una ayuda universal por hijo a cargo de 1.200 euros anuales por cada menor de 18 años. «España es uno de los pocos países que no tiene esta medida», apuntó Angulo, que, hasta que esta medida se implante, solicitó incrementar de forma sustancia la ayuda por hijo a cargo de la Seguridad Social.

El otro gran bloque de trabajo es la educación, donde España tiene el triste récord de ser el primer país con la mayor tasa de abandono escolar (23,5%). El abandono escolar está muy ligado al nivel de estudios del padre o la madre. Para los jóvenes con madres que carecen de estudios postobligatorios, por ejemplo, la tasa de abandono supera al 30%, mientras que es de apenas el 4,6% cuando la madre tiene estudios superiores. El objetivo es reducir en ocho puntos la tasa media para 2020, además de facilitar y promover activamente el acceso a la enseñanza de 0 a 3 años, especialmente en los casos de los niños en desventaja por su situación social, económica, familiar o de discapacidad. Por otra parte, Unicef aplaudió la apertura de los comedores escolares en época estival, aunque con matices. «Tiene que haber algunas actividades, que no se abran solamente, porque estigmatizan a los niños», explicó Arias.