CÁDIZ

La patronal turística gaditana suspende la gestión de la Junta en los dos últimos años

Bajan la nota de forma drástica al consejero de Turismo por los borradores del alquiler de apartamentos y la clasificación hotelera

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El consejero de Turismo y Comercio, Rafael Rodríguez, visitó ayer Cádiz como parte de una ronda de encuentros que comenzó la semana pasada en Málaga y como parte de una gira por toda la Comunidad Autónoma. Pretende hacer balance en persona de las actuaciones puestas en marcha por su departamento en la actual legislatura. Pero en esta provincia ha encontrado un núcleo duro, una patronal beligerante, que no comulga con todas las ideas del representante de IU. Varios escollos impiden que el sector turístico gaditano conceda esa conformidad buscada por Rodríguez para su gestión, a pesar de la implicación del viceconsejero, Antonio Roldán, con esta provincia y de iniciativas que han tenido gran acogida como 'Paisajes con sabor', un producto turístico aún en marcha. Lo mejor valorado por los empresarios gaditanos es la gestión de la miseria, de los escasos recursos con los que se encontró Rodríguez cuando llegó a la Consejería. Tanto es así que durante el primer año no pudo programar porque «le habían dejado la caja vacía», como él mismo fue explicando por cada rincón de Andalucía. Para el segundo año, ha dispuesto de sólo 22 millones de euros de presupuesto, una mínima parte de lo que gestionó su antecesor en el cargo, Luciano Alonso (PSOE), y actual consejero de Educación. «A pesar de todo, han sabido mantener el nivel de promoción y eventos organizados, como el Gran Premio de Motos de Jerez», apuntó el presidente de la patronal gaditana Horeca y presidente de los hosteleros andaluces en la CEA, Antonio de María. «En ese apartado le daría un nueve, sobresaliente, sin duda», apuntó De María, quien a continuación detalló los dos grandes problemas que están minando las relaciones entre el empresariado gaditano y la administración andaluza: la regulación en proceso de los alojamientos vacacionales o turísticos (alquileres por menos de un mes) y la nueva clasificación hotelera ideada desde la Junta. «Esto baja la nota a un tres, por desgracia», sentencia De María. «No sabemos cómo va a generar empleo que cualquiera pueda darse de alta en un registro turístico para promocionar un alquiler ilegal, sin cumplir más requisitos. Mientras que a los hoteleros les exigen normativas e impuestos hasta aburrirlos», apuntó De María.

El consejero contestó ayer en su comparecencia en la Asociación de la Prensa de Cádiz ante todo el sector turístico que el borrador que regulará dichos alquileres ha contado con el visto bueno de la Mesa de Turismo de Andalucía, «en la que participa la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), así que no entiendo qué patronal se opone al borrador». Por su parte, el empresariado gaditano de Horeca se reunió ayer con miembros del PP, buscando apoyos para que su visión tenga eco. Al encuentro acudieron la portavoz de Turismo del PP en el Parlamento andaluz, Rosario Alarcón, el presidente del PP de Cádiz y diputado autonómico, Antonio Sanz, la diputada andaluza Carmen Pedemonte y la diputada provincial de Turismo, Inmaculada Olivero. En el encuentro, Rosario Alarcón alertó del modelo turístico que pretende implantar el Gobierno andaluz «porque causaría un gran daño y supondría cargarse a la primera industria de Andalucía». Aseguró que los decretos que pretende aprobar la Junta respecto a las viviendas turísticas y a la clasificación hotelera son «temerarios y unos verdaderos despropósitos para el buen camino del sector turístico andaluz y, en concreto, gaditano».

Posturas irreconciliables

Alarcón sostuvo que, «por intentar regular algo que es necesario se ha convertido en un descontrol. El planteamiento que tiene en la mesa la Junta es justo lo contrario de lo que demandaba el empresariado y mucho peor de lo que hay legislado ahora». En este sentido, critica que la pretensión de la Junta sea permitir que cualquier persona, previo registro, pueda alquilar una vivienda para uso turístico sin mayor control normativo, de calidad y seguridad, «lo que afectaría directamente a los establecimientos hoteleros, especialmente a los más pequeños, y conllevaría la pérdida de puestos de trabajo».

El consejero Rodríguez apuntó que «no se le pueden poner puertas al campo y que hay que sacar a la luz toda esa competencia que existe». El responsable de la Junta sentenció que regularán los alquileres turísticos de menos de un mes «pero no desde la prohibición», añadiendo que la Administración es consciente de que «hay miles de familias que alquilan su segunda vivienda en verano para sacar un sobresueldo».

Respecto al borrador del decreto de clasificación hotelera, del que la patronal Horeca aseguran que nadie ha pedido, Rodríguez apuntó que «aún está muy verde». La parlamentaria andaluza del PP, Rosario Alarcón, argumentó que responde «a un sinsentido mayor y a ninguna necesidad de clasificar algo que afortunadamente ya está muy bien clasificado y por una norma europea que impera por encima».

De vuelta a sus dos años de gestión, Rodríguez destacó como principal rasgo que, por primera vez, la planificación turística y comercial se ha diseñado de «forma participativa». Señaló que su departamento se ha caracterizado estos por «gobernar de forma diferente», lo que «significa aprovechar al máximo los recursos y poner en valor lo público». En este sentido, apuntó que los ocho planes elaborados hasta el momento han contado con la participación «de más de 2.500 personas y, posteriormente, han sido redactados por funcionarios, no por consultoras externas». El consejero defendió que este «modelo horizontal» en el que intervienen los representantes de los sectores implicados y los trabajadores públicos ha supuesto un ahorro «de en torno a dos millones de euros».