Leonor, la heredera más joven de Europa

Felipe y Letizia siempre persiguieron que no hubiera distinciones entre sus hijas, que crecieran como niñas que son. La mayor cumplirá 9 años en octubre y la pequeña sopló 7 velas en abril. La periodistas asturiana que en dos semanas se convertirá en Reina de España, tras una aprendizaje de una década como Princesa de Asturias, nació y creció en una familia de clase media. Se crió en un piso de tres habitación en Oviedo, de apenas cien metros cuadrados, junto a sus hermanas Telma y Erika. Y las tres eran tratadas por igual. José Luis Ortiz y Paloma Rocasolano, sus padres, tenían los mismos sueños para ellas. Y algo parecido buscaban los Príncipes para sus hijas, prolongar lo máximo posible que una y otra fueran tratadas por igual. Conscientes, eso sí, de que llegaría un día en que comenzarían las distinciones. Leonor y Sofía no nacieron en una familia normal, no crecen en una casa convencional. Son, hasta que su padre se convierta en Rey, segunda y tercera en la línea de sucesión al trono de España. Y a partir del 18 de junio, una será la heredera y la otra la segunda aspirante a la Corona.

Con la proclamación del hoy Príncipe de Asturias como Felipe VI, la infanta Leonor cambiará automáticamente de estatus, según marca la Constitución. Se convertirá en la vigesimotercera Princesa de Asturias y recibirá los mismos títulos que hoy ostenta su padre. Con tratamiento de Alteza Real, Leonor será también princesa de Gerona, Viana, duquesa de Montblanc, condesa de Cervera y señora de Balaguer. Mientras tanto, Sofía seguirá siendo la infanta Sofía, con idéntico tratamiento de Alteza Real. Para ella nada cambiará, salvo que sus padres serán ahora Reyes de España y su hermana la Princesa de Asturias. Y a partir de ahí, por mucho que se empeñen don Felipe y doña Letizia en que las infancias de una y otra sean lo más parecida posible, difícil lo tendrán.

Acudirán al mismo colegio, probablemente se codearán con amigos del mismo círculo, recibirán una educación parecida, pero la princesa Leonor comenzará a tener agenda oficial y la infanta Sofía, no.

La heredera estrenará estatus el 18 de junio en el Congreso de los Diputados. Se apostará al lado de su madre, la reina Letizia, el lugar que le corresponderá por protocolo de ahora en adelante. Y la infanta Sofía, al lado de su hermana. Su primer acto oficial como Princesa de Asturias, en el que acaparará todo el centro de las miradas, será casi con total seguridad en octubre en Oviedo, en la entrega de los Premios Príncipe de Asturias que, para entonces, ya se denominarán Princesa de Asturias. Y, claro, lo suyo sería que la princesa Leonor ocupara lugar preferente en el escenario del Campoamor, flanqueada por sus padres los Reyes de España, como hacían don Juan Carlos y doña Sofía con don Felipe cuando era un niño. Fue precisamente sobre esas tablas sobre las que el Rey en ciernes pronunció su primer discurso oficial.

Audiencia y acto oficial

En la Academia Militar de San Javier, en Murcia, la infanta Leonor participó en su primer acto oficial. No estaba anunciado, ni seguramente planificado que la biografía oficial de la futura reina de España comenzara así. Pero si somos puristas, también habría que recordar que las hijas de los todavía Príncipes de Asturias participaron hace dos veranos en su primera audiencia oficial. Fue la que presidieron sus padres ante la selección española de fútbol que acababa de conquistar, de nuevo, la Eurocopa. Un acto y otro serán con los años meras anécdotas.

La historia de la princesa Leonor que comienza a escribirse el próximo 18 de junio, cuando se inicie el reinado de Felipe VI, lo hará con que es la heredera al trono más joven de Europa, por detrás de Catalina Amalia de los Países Bajos e Isabel de Bélgica. La hija de los reyes Guillermo-Alejandro y Máxima cumplirá 11 años en diciembre, mientras que la primogénita de Felipe y Matilde de Bélgica celebrará en octubre su decimotercer cumpleaños. Sus padres, antes de iniciarse sus respectivos reinados, en declaraciones a la prensa aseguraron que intentarían que sus herederas crecieran como cualquier niña de su edad. Difícil lo tienen, teniendo en cuenta que entre sus obligación está acudir a determinados actos de la Familia Real.