EL recinto del Zaporito lleva más de un año equipado pero sin tener fecha para abrir sus puertas. :: C. C.
SAN FERNANDO

El Ayuntamiento pretende abrir el Museo del Zaporito antes de verano

Vuelve a licitar el pliego de condiciones para la apertura del equipamiento, tras quedar desierto en la primera ocasión, y espera resolver el contrato este mes

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
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Hace casi un año el Molino de Mareas del Zaporito abría sus puertas por primera vez. Lo hacía en unas jornadas de puertas abiertas para mostrar al público lo que pretendía ser. Desde aquel día, un sábado 4 de mayo de 2013, nadie ha vuelto a entrar en el interior de este nuevo centro de interpretación que pretende dar a conocer la historia e importancia del emplazamiento para la ciudad.

Hace unos meses el Ayuntamiento sacaba al fin a licitación el pliego de condiciones para la gestión de este lugar. Una fórmula muy discutida por la oposición ya que precisaba la construcción y explotación de un quiosco-bar en el entorno. Finalmente el concurso tuvo que proclamarse desierto al no formalizarse en tiempo y forma el contrato con la empresa que inicialmente resultó adjudicataria.

Pero el equipo de Gobierno local considera factible esta fórmula y por ello ha vuelto a sacar a licitación este espacio. Precisamente espera convocar en este mes la mesa de contratación pertinente para estudiar las ofertas y resolver cuanto antes un contrato con el que se pretende revitalizar la plaza Manuel de la Puente. Un recinto que ha desempeñado diferentes usos según la época y que ha tenido un marcado carácter industrial, vinculado a la construcción de navíos y a la molienda de cereales, con otro más social y de ocio, como el caso de los baños de Ureña.

Si en esta ocasión todo va según lo previsto, el objetivo del Ayuntamiento es que el equipamiento esté abierto al público de manera definitiva antes de que comience el verano, de forma que pueda entrar dentro del circuito de rutas turísticas en la época de más afluencia de visitantes a la provincia. De hecho, la empresa isleña Loggia, que fue la que se hizo inicialmente con la concesión al plantear un canon anual de 4.000 euros a pagar al Ayuntamiento, planteó un paquete de mejoras que se centraba en actividades culturales y medioambientales, desde recreaciones históricas hasta la puesta en marcha de iniciativas vinculadas al turismo activo que aprovecharían el entorno del caño y las marismas.

Costas invirtió 1,4 millones de euros en la recuperación de este lugar y el Ayuntamiento logró una subvención por parte de Diputación de 140.000 euros para su dotación. Un dinero que sirvió para la instalación de pantallas táctiles, maquetas y proyectores que muestran cómo se trabajaba antiguamente en la zona y sobre todo la popularización de la harina de Garbanzo. Además también contiene un espacio para hacer una mención especial a la carpintería de ribera, que se realizaba en el dique seco, que también se ha recuperado en las inmediaciones de la zona. Como recordatorio de esta actividad se pretende recuperar un candray para que se instale en el lugar.