Varios ucranianos muestran su alegría frente a la residencia de Víctor Yanukóvich en Kiev. :: GENYA SAVILOV / AFP
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La calle escribe la historia en Kiev

El Parlamento acuerda destituir al huido Yanukóvich y llama a las urnas el 25 de mayo para elegir presidente

KIEV. Actualizado: Guardar
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El acuerdo alcanzado el viernes para poner fin a la crisis en Ucrania entre el presidente Víctor Yanukóvich y la oposición se convirtió en papel mojado en menos de 24 horas. Después de una noche en la que las fuerzas de seguridad se retiraron de todo el centro de Kiev y la iniciativa pasó a manos de los manifestantes, Yanukóvich huyó de la ciudad y fue después destituido por la Rada Suprema (Parlamento), que convocó comicios para encontrarle un sustituto el 25 de mayo.

El jefe del Estado, sin embargo, afirma que sigue siendo el presidente legítimo, lo que deriva en una situación de dualidad de poder similar a la que en Rusia estuvo cerca de provocar una guerra civil en octubre de 1993, cuando el entonces presidente, Boris Yeltsin, bombardeó el edificio del Parlamento ruso.

En una jornada de vértigo, la ex primera ministra Julia Timoshenko salió de la cárcel y voló de inmediato a la capital para darse un baño de masas. En la noche del viernes, después del pacto que obligaba a Yanukóvich a recortar sus poderes, a formar un Gobierno de «unidad nacional» y a convocar comicios presidenciales antes de finales de año, la Policía dejó de custodiar las sedes de la Presidencia, el Gobierno, el Parlamento y la residencia presidencial de Mezhigorie, en las afueras de la ciudad. Para evitar saqueos, la vigilancia de todos esos edificios oficiales fue asumida por los grupos de autodefensa del Maidán.

Por la mañana se supo que Yanukóvich había abandonado Kiev en avión con destino desconocido. Más tarde se supo que estaba en Járkov. Mientras, la Rada se reunía y tomaba el control de la situación adoptando toda una serie de medidas que modifican sustancialmente el panorama político del país. Fuera de los muros del hemiciclo, la ciudad había quedado vacía de policías. Manifestantes y transeúntes paseaban en son de victoria por la que hasta el viernes era una zona cerrada y acotada por los cordones formados por los agentes antidisturbios y los grupos de fuerzas especiales Bérkut.

Lo primero que hicieron los parlamentarios fue sustituir al hasta ahora presidente de la Rada, Vladímir Ribak, por Alexánder Turchínov, en su momento la mano derecha de Timoshenko y que, como ésta, pertenece a la formación Batkívshina (Patria), la principal fuerza de la oposición. En ausencia del presidente Yanukóvich, la Cámara adoptó una resolución asumiendo provisionalmente la coordinación del actual Gabinete en funciones hasta la formación de un nuevo Gobierno.

El ministro de Interior, Vitali Zajarchenko, que ayer acompañó al presidente en su huida y a quien se acusa de haber ordenado a francotiradores de la Policía disparar contra los manifestantes el jueves, fue sustituido por el diputado opositor Arsén Avákov. Y el general Vladímir Zamana, apartado de su cargo el miércoles por desobedecer a Yanukóvich, ocupará ahora la cartera de Defensa.

Todos estos cambios y la destitución del presidente fueron posibles gracias a que unos 41 diputados del grupo liderado por Yanukóvich, el Partido de las Regiones, se pasaron a la oposición. Por ejemplo, la votación para acabar con el mandato de Yanukóvich tuvo 328 diputados a favor sobre 450 que tiene la Cámara. La mayoría de los demás legisladores no asistieron a la sesión. La moción ordenando sacar de la cárcel a la 'dama naranja' obtuvo 322 votos a favor.

«Los sucesos que está viendo nuestro país y todo el mundo son un ejemplo de golpe de Estado. Intentan amedrentarme para que presente voluntariamente mi dimisión. Pero no tengo intención de dimitir», aseguró Yanukóvich en una entrevista al canal de televisión UBR. Según sus palabras, su destitución por la Rada «es una repetición de lo que sucedió en los años 30 en Alemania y Austria cuando los nazis llegaron al poder». Yanukóvich reconoció que abandonó el viernes por la noche Kiev de forma clandestina para volar a Járkov y se quejó de que se haya llegado a la actual situación pese a que «intentamos todo, adoptamos las dos leyes sobre amnistía, dimos pasos para estabilizar la situación política del país, pero nada.». A su juicio, ahora «hay que evitar que se produzca un derramamiento de sangre en el país». «Me dicen que hay personas que están siendo perseguidas», añadió. «Ésta no es una oposición, son unos bandidos».

El nuevo presidente del Parlamento dijo al canal TSN que Yanukóvich «intentó subir a un avión rumbo a Rusia, pero fue interceptado por los guardias de fronteras. En este momento está escondido en algún lugar de la región de Donetsk», su bastión. Turchínov había asegurado antes al digital de 'Kyiv Post' que el jefe del Estado se proponía dimitir pero cambió de parecer en el último momento. «Tras consultar con sus colaboradores dio marcha atrás en la decisión y detuvo la difusión de una declaración de renuncia que ya estaba grabada», sostiene el jefe de la Cámara.

Yanukóvich pasó ayer por Járkov coincidiendo con la celebración allí de un congreso de diputados y gobernadores del Este de Ucrania y Crimea, la parte rusófila del país. En la resolución final de la conferencia, se recomienda a la población «organizarse para cooperar con las fuerzas del orden locales en contra de los partidarios de la revuelta del Maidán». Los diputados y gobernadores del «sureste» de Ucrania declararon ser fieles al poder legítimo y pusieron en cuestión las decisiones tomadas por la Rada en Kiev. Acusaron además a la oposición de incumplir lo estipulado en el acuerdo del viernes.

No sorprende que Moscú mantenga el mismo punto de vista. El Ministerio de Exteriores ruso emitió un comunicado culpando a los partidarios del Maidán de haber violado lo pactado, impidiendo ahora la formación de un Gobierno de «unidad nacional» y creando una «amenaza para la soberanía nacional de Ucrania».

El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, habló por teléfono con sus homólogos alemán, Frank Walter Steinmeier; francés, Laurent Fabius, y polaco, Radoslaw Sikorski, garantes europeos de lo acordado en Kiev, a quienes pidió que utilicen su influencia para que se cumplan todos los puntos del pacto. «No ha habido un golpe de Estado en Kiev. Los edificios del Gobierno han sido abandonados y el presidente del Parlamento elegido de manera legal. Yanukóvich tiene 24 horas para ratificar en forma de ley la Constitución de 2004», puntualizó Sikorski en Twitter.

Julia Timoshenko, que cumplía una condena de siete años de prisión por «abuso de poder», abandonó la clínica de Járkov en donde estaba recluida por una hernia discal. «Ha caído la dictadura y no gracias a los políticos ni a los diplomáticos, sino gracias a la gente que salió en defensa de sí misma, de sus familias y del país», dijo antes de volar a Kiev. La 'dama naranja' fue recibida en el Maidán como una verdadera heroína por decenas de miles de personas.