Vista de la reunión de ayer de los participantes del Pacto Nacional por el Derecho a Decidir. :: A. DALMAU / EFE
ESPAÑA

Las entidades soberanistas se lanzan a la calle para apoyar la consulta sin agredir a España

Mas confiesa que el diálogo con Rajoy es imposible porque exige la retirada previa del referéndum

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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Ocho meses después de su constitución, el Pacto Nacional por el Derecho a Decidir, uno de los instrumentos con el que Artur Mas quiere implicar a la sociedad civil en el proceso soberanista, celebró ayer su segunda reunión, la primera con contenido real y en la que los asistentes coincidieron en la idea de que el problema de Cataluña solo se resuelve votando en un referéndum, y no con soluciones intermedias ni terceras vías.

Al Pacto se han adherido ya unas 1.600 entidades económicas, culturales, políticas, sociales, gremiales y de toda índole, de las que poco más de medio centenar, entre ellas los cuatro partidos que impulsan la consulta, sindicatos, organizaciones sociales y culturales, las patronales Cecot y Pimec o el Consejo de Cámaras de Comercio de Cataluña, acordaron en el encuentro con el presidente de la Generalitat movilizarse a favor de la consulta y establecer unos criterios de actuación en la defensa del referéndum, que la mayoría de los que integran este foro comparten que tenga lugar el próximo 9 de noviembre, como pactaron en diciembre las fuerzas políticas.

Las entidades pactaron una especie de manual de instrucciones sobre cómo actuar a partir de ahora, con el que pretenden visualizar que el apoyo a la consulta es mayoritario en la sociedad catalana, que se palpa a pie de calle, barrio a barrio, y con el que tratarán además de ampliar la masa crítica. Un respaldo que va del 64% al 80% en el Parlamento catalán, según si se incluye o no al PSC, que no está en el pacto, pero es favorable a una consulta legal y acordada, y que las entidades soberanistas creen que debe ser suficiente para poder ejercer el derecho a decidir.

Su idea es trasladar la imagen de que hay una gran «movilización ciudadana» a partir de un plan de actividades que organizará cada entidad. La consigna es que todos estos actos ofrezcan una imagen amable del soberanismo y sin atacar a España. Así, deberán estar centrados en el derecho a decidir, sin pronunciarse sobre el sí o no a la independencia, reafirmar que el proceso no divide, no criticar a ninguno y organizar actividades en positivo. Plantear las iniciativas con civismo, pedagogía, manteniendo un alto nivel de cultura y sin caer en la vulgaridad. No lo dicen, pero de alguna manera quieren otorgar el papel de malo de la película al Gobierno central, el que, a su juicio, crispa, utiliza el discurso del miedo y divide a la sociedad con mensajes catastrofistas.

Sant Jordi, lleno de banderas

De momento, ya hay un acto convocado. Lo hizo el máximo representante del Pacto Nacional por el Derecho a Decidir, el democristiano Joan Rigol, que emplazó a la ciudadanía a que el próximo 23 de abril, día de Sant Jordi, se produzca un «estallido de senyeras» por toda Cataluña. El expresidente del Parlamento autonómico invitó a todos los catalanes a llenar de banderas catalanas, las que más se ven por las calles son las 'esteladas' que piden la independencia, las ventanas y balcones de los edificios para visualizar su deseo de votar en una consulta.

En el aire queda saber si las entidades que integran el Pacto convocarán una gran movilización el día que se formalice el no del Gobierno de Mariano Rajoy al referéndum. De hecho, la Asamblea Nacional Catalana lleva meses amagando con un acto de impacto para el próximo 11 de septiembre. Será una nueva demostración de fuerza, como la manifestación y la Vía Catalana de las Diadas de 2012 y 2013.

El rechazo del Ejecutivo central se da por descontado y lo admite el propio Mas que, según relató Rigol en el encuentro, dio por imposible el diálogo sobre el referéndum con el Gobierno central. El presidente de la Generalitat comunicó a los asistentes que Rajoy ha puesto como condición para sentarse a hablar que retire la consulta. Y como es sabido que no lo va a hacer, los contactos al más alto nivel no se producirán, a pesar de que los empresarios que participaron en el encuentro volvieron a reclamarle diálogo, como lo hicieron en días anteriores las patronales CEOE, Fomento o la APD.

Existe inquietud entre la patronal por el proceso soberanista así que el consejero de Economía catalán, Andreu Mas-Colell, pidió ayer calma a los empresarios porque «no daremos ningún paso que nos deje fuera de Europa».