Apuntes

Buenas ideas a priori

Explotar los faros españoles como recursos turísticos suena bien, pero existen demasiadas peculiaridades que obligan a estudiar el asunto con detenimiento y aceptar que el proyecto debe contar con excepcionalidades

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La propuesta lanzada por el Ministerio de Fomento para que los faros españoles se conviertan en alojamientos turísticos, y dada la peculiaridad del recinto se conviertan en únicos, no ha calado en la provincia; clave para que esta idea se desarrolle con éxito. No en vano, Cádiz cuenta con un buen ramillete de faros, algunos de excepcional belleza, otros ubicados en parajes de ensueño y por contar, cuenta además con el más alto de España y uno de los 'top' cinco del mundo: el de Chipiona. Por tanto, el anuncio del Ministerio de Fomento irremediablemente miraba de reojo a la provincia gaditana.

Pero las primeras respuestas a esa idea están cargadas de escepticismo. Lo cierto es que en un primer momento suena bien: incorporar a la industria principal del país, el turismo, unos recursos tan exclusivos como los faros, parece un acierto. Muchos visitantes ya recurren a ellos para visitarlos, aunque sea hasta sus aledaños, y hacerse esa foto única para el recuerdo. No hay más que pasarse cualquier tarde por el faro de Trafalgar, testigo mudo de episodios históricos y vigía afortunado por la belleza marina que se extiende delante suya.

Pero esa idea requiere de un estudio detenido porque en algunos casos la explotación turística puede acarrear más problemas que ventajas. Por ejemplo, el impacto medioambiental que puede ocasionar esta actividad en faros ubicados dentro de entornos naturales. Citamos el ejemplo del faro de Punta Carnero, en el término municipal de Algeciras y enclavado en el Parque Natural del Estrecho. Reconvertirlo en hotel puede poner en riesgo la protección que requiere un parque natural y entraría, en principio, en contradicción con los usos permitidos dentro de un espacio protegido. Pero antes de meter en el cajón la idea y olvidarla, habría que darle unas cuantas vueltas lógicas.