Sociedad

El año con menos muertos en las carreteras

2013 se cierra con 1.128 personas fallecidas, un 13,3% menos que 2012 y muy lejos de 1989, año en que perdieron la vida 5.940 españoles

MADRID. Actualizado: Guardar
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Un total de 1.128 personas perdieron la vida en las carreteras españolas a lo largo de 2013, lo que lo convierte en el año con menor siniestralidad vial desde que se tienen datos, esto es, desde 1960. La cifra, que dio a conocer ayer el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por la directora general de Tráfico, María Seguí, supone un descenso del 13,3% con respecto a las víctimas mortales registradas en 2012, año en el que fallecieron 1.301 personas; 173 muertos menos que llevan a Fernández Díaz a constatar que España va «en la buena dirección en materia de política de seguridad vial». Sin embargo, agregó el titular de Interior, «siguen siendo 1.128 poderosísimas razones para seguir trabajando» en este ámbito.

Fernández Díaz destacó el hecho de que se acumulen diez años consecutivos de descensos en las cifras de víctimas mortales ocasionadas por accidentes de tráfico. Recordó en este sentido que en 1960, primer año en el que se empezaron a registrar estas estadísticas, un total de 1.300 personas se dejaron la vida en el asfalto. Una cifra sensiblemente superior a la que arrojó el pasado año, que cobra mayor dimensión teniendo en cuenta que por aquel entonces el parque automovilístico español era de un millón de vehículos, por contraposición a los 31 millones de automóviles de que constaba en 2013.

Pero los motivos para felicitarse no acaban aquí. El pasado año fue el primero de toda la serie histórica en el que el número de accidentes mortales bajó de mil. En concreto, se produjeron 994 siniestros con víctimas, frente a los 1.177 con que finalizó 2012, un 16% menos. De la misma forma se produjo un notable descenso en el balance de heridos graves, que pasaron de 6.178 en 2012 a 5.206 en 2013, también un 16% menos. Y hubo 29 días en los que no se registró ni una sola baja mortal, frente a los 19 en que se dio ese mismo hecho el año anterior.

Un dato al que dio especial relevancia el ministro del Interior, quien destacó que la tendencia parece continuar en 2014 al no haberse producido siniestros con fallecidos ni el 1 ni el 2 de enero, fechas especialmente delicadas debido a las copiosas comidas y cenas navideñas que, en otro tiempo, los conductores solían regar en grandes dosis de alcohol.

Fernández Díaz recordó cómo en 1989, año en el que se produjo el mayor pico de fallecidos en las carreteras, 5.940 personas perdieron la vida en el asfalto. Desde entonces, la cifra ha ido reduciéndose, con leves incrementos a finales de los noventa y comienzos del presente siglo. Una caída que no ha hecho sino agudizarse desde 2003. Mientras que en ese último año se contaban 10,9 muertos diarios, en 2013 eran 3,1. Entre 2005 y 2013, enfatizó el ministro, la reducción de las víctimas mortales fue de un 65%, y ello, subrayó, pese al aumento de un 13% del parque automovilístico y de un 22% en el número de conductores.

El ministro, eso sí, quiso huir de un exceso de euforia e incidió en el alto porcentaje de víctimas registradas en las vías convencionales, un 80% del total, frente al 16% que arrojaron las autovías y el 5% de las autopistas.

Por comunidades autónomas, Andalucía encabezó la lista de siniestros mortales, con 194 fallecidos, seguida de Cataluña y Castilla y León. La salida de la vía siguió siendo la causa más frecuente de fallecimientos en las carreteras españolas en 2013, con un 38% del total de víctimas, en tanto que en autovías y autopistas destacó el número de atropellos a peatones como el segundo factor que más muertos arrojó (41).

En 2013 se produjo una reducción del número de muertos en todas las franjas de edad, a excepción de aquella que va de los 65 a los 74 años. Destaca especialmente la bajada registrada en el porcentaje de fallecidos de entre 35 y 44 años, de un 25%, pese a que sigue siendo el que tiene un número mayor de fallecidos, 199. Por tipo de usuario, se produjo una caída del 18% en el total de fallecidos en turismos y también bajó el número de muertos que viajaban en furgoneta (49), bicicleta (36) y ciclomotor (5). Aumentaron, eso sí, el número de peatones (138) y el de motoristas (188) muertos. De estos últimos, ocho no usaban casco en el momento del accidente, lo que llevó al ministro del Interior a subrayar la necesidad de usar los dispositivos de seguridad para evitar tragedias, algo que, remarcó, es «imprescindible».