Sociedad

Adiós a Tito Mora, pionero de la canción ligera

El madrileño, fallecido a los 73 años, recibió de manos de Fraga el primer disco de oro entregado en España

MADRID. Actualizado: Guardar
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Inmersos en un tiempo en el que apenas se compran ya discos físicos, no hay que olvidar el valor de aquellos pioneros que sobresalieron en una España gris. Lo logró Tito Mora, uno de los primeros ídolos de la juventud española, fallecido ayer a los 73 años víctima de una enfermedad pulmonar. Pocos años antes de la explosión 'yeyé', las radios españolas dieron cobijo a una generación de solistas que apostaron por la canción ligera con un tono más o menos almibarado. A medio camino entre los cincuenta y los sesenta, las parejas se enamoraban al son de las baladas de José Guardiola o de Tito Mora.

Nacido en el verano de 1940 como Carlos García Romero, supo desde bien pequeño qué quería hacer. Sus padres, el barítono José García Fernández Olaria y la soprano Ana Romero Campos, fueron artífices de su temprana formación musical. Pero él descubrió su vocación entre ritmos más actuales. A finales de los cincuenta formó junto a un grupo de amigos 'Los Brujos', vanguardia de lo que entonces de conocía como 'música moderna'.

Durante una de sus múltiples actuaciones, un ejecutivo de la RCA le ofreció emprender una carrera en solitario. Tener como agente al prestigioso Emilio Santamaría auguraba un éxito arrollador que llegó de la mano de composiciones como 'La novia' o 'La hora', habituales en las 'boites' de aquellos primeros sesenta.

Viaje definitivo

La fama le abrió las puertas del cine. Tito Mora intervino en dos largos, 'Dos chicas locas, locas' con Pili y Mili y un jovencísimo Miguel Ríos, y 'Mayores con reparos', a las órdenes de Fernando Fernán Gómez. Llegó a poner voz a la aventura cinematográfica de la familia Telerín en 'El mago de los sueños'. Pero no tardó en dar el salto más significativo de su carrera artística. Con un disco de oro bajo el brazo -el primero de España-, el que le entregó Manuel Fraga como ministro de Información y Turismo en 1964, aceptó la oferta de un amigo íntimo para ejercer de vocalista durante una gira por Estados Unidos. El éxito de la experiencia le convenció para afincarse en Manhattan.

Allí residió hasta bien entrados los ochenta, cuando decidió regresar a Madrid. Perfectamente integrado entre la 'jet latina' neoyorquina, Mora se convirtió en uno de los referentes de la incipiente cultura latina gracias a su aparición en los shows televisivos de Ed Sullivan o Johnny Carson, con audiencias millonarias.