Apuntes

Agarrados a un clavo ardiendo

El presidente del comité intercentros de Navantia asegura que la plantilla, pese a las confirmaciones, no da por perdido el contrato de los gaseros

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Algunas frases que el presidente del comité intercentros de Navantia ha dejado grabadas en la entrevista concedida a este medio esconden una realidad a la vez peligrosa y profundamente frustrante. Mientras a los medios de comunicación les han llegado confirmaciones y más confirmaciones sobre el destino final, y muy lejano, del contrato de los gaseros. El Gobierno central, el partido que lo nutre y las respectivas instituciones paralelas no dan por perdida la batalla, y así se lo han hecho creer a los trabajadores. José Antonio Oliva es el representante de una plantilla curtida en desilusiones, en promesas fallidas y en ser el juguete, a ratos, de los careos políticos cuando llegan las elecciones: si me votas yo te prometo carga para diez años; y el oponente sube la apuesta a diez más.

Sin embargo, pese a esa experiencia, estos trabajadores, en boca del presidente del comité intercentros, tampoco asumen que los contratos viajarán definitivamente hacia Asia y confían -algo, no mucho- en las gestiones que está llevando a cabo el Ministerio y la empresa. Al menos, eso le han dicho en la última reunión y como un clavo ardiendo se agarran a esas palabras. No les quedan muchas opciones además de mirar de frente a un profundo y negro precipicio. Es de admirar que pese a ese horizonte negro, los trabajadores de astilleros no pierdan de todo la confianza o la fe.

La otra lectura que se puede hacer de esas palabras es que el Gobierno sólo esté tratando de ganar tiempo hasta rendirse a la evidencia; de arañar tan sólo unas migajas cuando saben que el pastel se lo van a comer otros astilleros y no quieran enfrentarse tan pronto a la siniestra realidad. De ser el caso, se estaría, una vez más, jugando con las esperanzas de un colectivo al que se le ha prometido demasiado en los últimos años.

Mención aparte se merece esa afirmación que hace Oliva de la falta de pedagogía que han tenido para saber trasladar a la ciudadanía la importancia que tienen los astilleros gaditanos; una industria que por sí sola genera el 3,8% de la riqueza de la provincia.