Un programa piloto para concienciar sobre la violencia de género en los colegios

Evitar el problema desde la base. Ese es el objetivo que se ha planteado el Gobierno central con la lacra de la violencia machista, que en lo que va de año ya se ha cobrado la vida de 38 mujeres y ha dejado huérfanos a 34 menores. Para lograrlo, el Ministerio de Sanidad ha puesto en marcha un nuevo programa piloto, Plurales, que se quiere convertir en el instrumento para concienciar a los más jóvenes de lo que supone la violencia de género. Unos chavales que cada vez comienzan a mantener relaciones sexuales más pronto, que ya baja de los 14 años tanto en chicas como en chicos.

Para convencer y hacer ver de este problema a los adolescentes, este nuevo plan abandona las jornadas exclusivas de formación para realizar un trabajo a lo largo del curso académico. La Secretaría de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, que califica de «principal prioridad» la guerra contra esta lacra, es la encargada de diseñar, programar y ejecutar el proyecto, al que se ha sumado en su pilotaje el Ministerio de Educación y se han sumado siete comunidades autónomas (Aragón, Asturias, Castilla y León, Extremadura, Murcia, Navarra y Comunidad Valenciana), Ceuta y Melilla. Durante este curso, nueve colegios (uno por región y por ciudad autónoma) implantará un programa contra la violencia de género. Cada centro educativo será diferente del resto en sus características -zona, edad de los chavales, poder adquisitivo de las familias, resultados académicos- y en sus problemas.

A lo largo del curso, los profesionales encargados de desarrollar el programa Plurales podrán usar las herramientas, técnicas y metodologías que crean convenientes. Al final de curso, todos los colegios realizarán sus informes para compartir las formas y los métodos usados para avanzar en una propuesta común que se plantee a todas las comunidades autónomas y al resto de las comunidades autónomas. El plan definitivo se aplicará en el curso 2014-15.

Este «ensayo» es el más importante que se va a realizar en el seno de la Unión Europea y cuenta con un presupuesto entre 800.000 y 900.000 euros provenientes de los fondos comunitarios para la erradicación de la violencia de género. Además, se va a realizar en colaboración con Noruega, que también realizará el mismo proyecto y el país con el que se intercambiarán las conclusiones.

Plurales es el tercer programa que se desarrolla desde la Secretaría de Estado para luchar contra la violencia de género y que abarcan ya a 11.000 alumnos, aunque quiere avanzar más que sus antecesores. El programa Irene se viene desarrollando desde 2009 con el objetivo de plantear, de forma divulgativa, toda la problemática que plantean los delitos contra la libertad sexual. El programa pretende que los jóvenes conozcan el significado de una agresión sexual, el porqué se produce, la actitud ante este tipo de delitos y el conocimiento de los recursos con que se cuenta.

En el mismo sentido se plantea Relaciona, que desde 1999 intenta promover el Instituto de la Mujer. A diferencia de Plurales, un equipo asesor de este departamento es el que se desplaza a los centros y las comunidades que los soliciten para ofrecer un curso.

Todas las edades

La violencia de género ha roto mucho de los clichés establecidos sobre edad o condición social de la agredida y el agresor. No se puede acotar a personas con bajos recursos ni de edad superada la cuarentena. Todo lo contrario. Esta lacra social atraviesa todos los estamentos de la sociedad y a todas las edades. Desde el 1 de enero de 2003 y hasta el 31 de diciembre de 2012, han fallecido en España 658 mujeres a manos de sus maridos o exparejas; de esta cantidad, 187 asesinadas tenía menos de 30 años, lo que representa a su vez el 28,41% de las féminas asesinadas en la última década, según los datos de la Oficina Estatal contra Violencia de Género. Casi doscientas personas que crecieron y se educaron en democracia.

Si la estadística se acota a las menores de 20 años, en la última década perecieron 36 jóvenes por culpa de la violencia machista. En la mayoría de los casos, el agresor tenía una edad parecida. Unas cifras que demuestran que los mensajes de tolerancia y en contra de la violencia de género no han calado en una determinada población muy joven y que cada vez mantiene relaciones sexuales más pronto.