#emperdedores

Si Steve Jobs hubiese nacido en Cádiz nunca hubiese pasado de perroflauta. Y eso es una triste realidad que no lo va a solucionar la nueva Ley de Emprendedores que acaba de anunciar el Gobierno.

Es cierto que la nueva norma se esfuerza en mejorar algunos aspectos sangrantes; se facilita la creación de empresas, que se pagará el IVA cuando se cobre la factura. Y ya conozco algunos ayuntamientos que están pensando como saltarse lo de la contratación pública. Pero, de lo que estoy seguro es de que no va a servir para vencer la apatía empresarial española. Y es así por el meollo del problema empresarial español, que no es otro que el archiconocido bucle bancario: Las administraciones piden rescate para los bancos que prestan prioritariamente ese dinero a las administraciones.

Hasta que no se solucione esto no habrá nuevos emprendedores en España. ¿Que cómo se debería solucionar? Rompiendo el monopolio bancario. Porque con todas las cajas quebradas quedan cuatro bancos y eso es monopolio. En otros países hay más competencia, y además no se les permite a los bancos la rapiña del patrimonio personal del empresario por medio de hipotecas y avales personales que 'cortocircuitan' la limitación de responsabilidad patrimonial de las leyes de sociedades. Además, hay otras formas de financiación. Funciona el mercado alternativo bursátil (la bolsa de las Pymes). ¿Vence estos problemas nuestra nueva ley de emprendedores? No. ¿Para que va a servir? Para poco. Es decir, que si Esteban Jobs hubiese querido montar su empresa hoy en Cádiz no hubiese podido encontrar los medios. Pero si esto es trágico, la auténtica tragedia de Cádiz es que aún encontrando los medios para montar su empresa, nunca hubiese querido. Porque no hay Jobs ni Gates en Cádiz. Nadie quiere ser empresario en Cádiz, todos queremos ser futbolistas, toreros o prejubilados de astilleros. Y es que en Cádiz el empresario, como el lince, lleva mucho tiempo socialmente acosado y al borde de la extinción. En California el empresario gana siempre. El que triunfa es un héroe por triunfar, el que fracasa es un héroe por intentarlo, porque todo el mundo sabe que un triunfo se mide por fracasos y el empresario se mide por las ruinas que ha sabido sobrellevar. En 'Cadizfornia' el empresario cuando triunfa es un especulador y cuando fracasa es un chorizo. Pierde siempre. Lo de los bancos se soluciona con leyes, lo de criar emprendedores en vez de 'emperdedores' no. Cádiz ha perdido su sangre fenicia. #síguemeytesigo