La rotonda de El Coto La Campa ya es más comúnmente conocida en Chiclana como la rotonda de 'Te quiero Pepa'. :: C. R.
Chiclana

Vándalos enamorados

Varios puntos de la ciudad, sobre todo en el centro, han sido escenario últimamente de un aumento de pintadas con mensajes de amor En los últimos meses han proliferado las pintadas en Chiclana

CHICLANA. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La pionera y una de las más famosas llegó incluso a acabar denominando la rotonda del Coto La Campa. Ya más conocida como la rotonda de 'Te quiero Pepa' para todos los chiclaneros. Han pasado muchos años y el enclave se ha convertido en uno de los lugares para las declaraciones de amor públicas. Pepa ya no aparece en este lugar, en cambio se nombran a otras personas como Isa, Ali, Zara, Nazaret, Óscar o Sara; y del 'te quiero' se ha pasado al 'te amo', e incluso 'os queremos'.

Parece ser que este espacio ya se ha quedado pequeño para aquellos que demuestran su amor a través de actos vandálicos como son las pintadas, y se han extendido en los últimos meses por varios sitios de la ciudad. Una de las últimas y más llamativas ha sido la reproducción por varias paredes del centro de corazones color rosa con la inscripción 'touche' en su interior.

Pero estas declaraciones de amor van más allá, hay paredes en las que se pueden leer frases enteras con dedicatoria a la persona amada. Es el caso del principio de la Carretera de La Barrosa, donde se puede leer 'Te tengo que enamorar'. Sólo un poco más arriba, en el cruce con la calle Agustín Blázquez, las fachadas de los dos lados de la calle contienen más pintadas donde se mezclan nombres con 'te quiero', 'love' o 'Tq'.

En la zona de Las Albinas se puede apreciar una de las más llamativas, ya que el texto 'Nunca es tarde para decirte te quiero. Los pequeños detalles son los que importan. Felices para siempre' concluye en la acera. Las pintadas no son los únicos símbolos de amor en la ciudad. También el Puente Chico alberga demostraciones, en este caso en forma de candados con inscripciones en las barandas cuyas llaves, según la tradición, habrían sido arrojadas al río Iro.

Estas expresiones de amor son prueba de ello para unos, los que la realizan, pero al fin y al cabo cualquier pintada es considerada un acto vandálico. Por ello, la ciudad debe destinar dinero público a hacerlas desaparecer para mantener la estética. Por mucha expresión de amor que recojan estas pintadas, no dejan de ser actos vandálicos que dañan la ciudad y cuya limpieza cuesta dinero a los ciudadanos. La delegada de Vías y Obras, Susana Moreno, hizo un llamamiento ciudadano para que «cuando alguien vea un acto de este tipo, lo denuncie». Solo en subsanar estos actos se destinan anualmente unos 10.000 euros.