CÁDIZ

Un trastorno fue el detonante de la doble muerte, según la investigación policial

Las pesquisas concluyen que el militar psicólogo le arrebató la vida a su hija de 12 años, para después suicidarse, influenciado por su estado mental

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La jueza del nº 3 de Instrucción de Cádiz tiene ya encima de su mesa las diligencias policiales que resumen la investigación policial iniciada por la doble muerte ocurrida en una vivienda del nº 38 de la avenida de Portugal. Sin apenas dudas sobre la autoría de la persona que disparó contra su hija de 12 años para después suicidarse; las pesquisas se limitaban a confirmar esta única hipótesis y buscar una explicación a lo sucedido. Las declaraciones de la esposa y madre de los fallecidos han ido descartando posibles móviles hasta que los investigadores se han centrado en una única respuesta posible: un trastorno mental del padre.

Este militar psicólogo de 56 años llevaría arrastrando años una dolencia mental. Fuentes de la investigación explicaron a este medio que a través de las declaraciones de su pareja pudieron confirmar que en los últimos tiempos se había encerrado en sí mismo y atravesaba un estado de depresión severo. Sin embargo, el fallecido no habría pedido ayuda externa.

Las pesquisas policiales concluyen que ese trastorno tuvo que ser el detonante para que la mañana del pasado lunes cogiera su arma reglamentaria, disparara en la cabeza a su hija y después colocara el cañón de la pistola en su boca y la accionara por última vez.

Estos trágicos acontecimientos se desencadenaron en cuestión de segundos y según indicaron fuentes de la investigación no medió discusión previa ni con la hija ni con la madre que se encontraba también dentro de la vivienda.

Amor intenso

No es el primer caso en el que los cuerpos policiales se enfrentan a un filicidio con el trasfondo de la enfermedad de la depresión que padece su progenitor como detonante. El padre o la madre deciden poner fin a su angustia personal, acabando también con la vida de quien más quiere porque considera que si no muere puede sufrir en el futuro.

Los agentes de la UDEV, responsable de la investigación, han verificado que el autor de los disparos tenía «adoración» por su hija. Una relación que confirmaría también la madre, cuando declaró en un primer momento en Comisaría y ayer en sede judicial. Este detalle explicaría que el militar optara por darle una muerte rápida a la menor, exenta de signos de ensañamiento.

La madre de la menor asesinada y único testigo de lo ocurrido dentro del domicilio también descartó que existieran problemas de pareja, más allá de los derivados de la enfermedad que padecía su marido, indicaron las mismas fuentes. Los agentes tampoco encontraron pruebas durante la inspección ocular de una pelea conyugal que hubiera precedido a los disparos.

Salvo que la jueza instructora ordene la práctica de alguna diligencia más, policialmente, indicaron las mismas fuentes, «es un caso cerrado».