La apertura de esta exposición concitó a numerosas personalidades. :: FRANCIS JIMÉNEZ
Sociedad

El museo de los 'Vinos viejos'

Osborne expone por primera vez esta colección única de soleras

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635 botas de vino contienen la vida de los dos últimos siglos de El Puerto. Sus posos reflejan la andadura de una empresa familiar, Osborne, pero también los acontecimientos históricos que la han acompañado desde el mismo momento de su fundación. 635 toneles, reunidos, cuentan. Dicen y enseñan. La Bodega de Mora, en la calle Los Moros de El Puerto, muestra desde ayer su colección de 'Vinos viejos', aquellos que necesitan 30 años de envejecimiento. Ha abierto sus puertas a un museo de madera y licor, que constituye la mayor reserva enológica del marco de Jerez, cuyo origen se remonta a más de dos siglos de antigüedad. 26 soleras en total, joyas que componen la línea de vinos viejos original y los adquiridos por la compañía, como los de Domecq, Blázquez y Bobadilla. Un año de trabajo para concitar en un mismo espacio toda esta reserva hasta ahora diseminada en otros puntos de la propia bodega portuense y en Jerez. El ADN de esta denominación puede seguirse y visitarse, para admirar sus bondades y saborear su historia, que se remonta al 1772 con Tomás Osborne y Mann como protagonista.

La apertura de esta exposición se celebró anoche con una reunión de autoridades políticas, touroperadores, agentes de viajes y miembros del Consejo Regulador del vino, además de altos cargos de la compañía. Se brindó con un recital de piano y se degustó una visita que podrán realizar a partir de ahora turistas y locales. La muestra, además de las botas, incluye una colección de etiquetas de la sacristía que ofrecen curiosidades como una dedicada a la Batalla de Bailén. También se exhiben botellas únicas, firmadas por la riada de personajes más o menos célebres que han pisado la bodega portuense en los últimos dos siglos. Una pequeña exposición de esculturas firmadas por Calvario con personajes populares de El Puerto completan la oferta de este museo vivo.

El recorrido comienza por el principio. Y no es una obviedad. Dos gigantescas botas de 2.300 litros de capacidad, las fundacionales, presiden la muestra. De ella parte el árbol genealógico de la empresa. 1768, Duff Gordon. 1772, Osborne. Raíces que se distribuyen hasta llegar al mismísimo Washington Irving o el Zar de Rusia y explican otras anécdotas de la familia como el origen de su título nobiliario.

La empresa, que va por la sexta generación, trabaja en otros proyectos como la organización de un museo del toro, otro de herramientas y uno futuro con el brandy como eje central. En la actualidad, la compañía, con capital 100% español, produce 2,5 millones de litros de Jerez al año de los que exporta el 70%. Han pasado casi 250 años, contados ahora en los posos del viejo vino.