El Monumento al Atún reaviva el pasado almadrabero de la localidad

El Monumento al Atún marca en Chiclana la dirección del viento desde ayer, al igual que ya hace este elemento en otras cinco ciudades de la provincia estrechamente ligadas a la industria almadrabera como son La Línea, Tarifa, Zahara de los Atunes y Conil. A falta también de instaurarse en Cádiz.

En la inauguración del monumento estuvieron presentes el alcalde, Ernesto Marín, el presidente del Grupo de Desarrollo Pesquero Cádiz-Estrecho, Nicolás Rodríguez, el delegado municipal de Fomento, José Lechuga, y el autor de la escultura, Pedro Luis Barberá. La estructura, de tres metros de altura y siete del largo del atún, se encuentra en la rotonda de la Rana Verde; un lugar que Rodríguez calificó de «cruce de caminos» y que comparó con la intención del proyecto, «nos gustaría que fuese un punto de encuentro desde Cádiz a La Línea, pasando por el resto de ciudades, para trabajar juntos de cara al futuro».

El presidente del Grupo de Desarrollo Pesquero explicó que estas entidades en Europa «tienen como objetivo la reactivación de las zonas altamente dependientes de la pesca», por eso añadió la necesidad de unir con esa finalidad el estrecho con la bahía.

«Chiclana no tiene el peso de otras ciudades, pero tiene pescadores y actividad relacionada con el sector», explicó Nicolás Rodríguez. No obstante, señaló que en el proyecto de la Ruta Milenaria -en el que se encuadran estos monumentos- «hacemos confluir la zona de desarrollo de futuro y esta localidad tiene mucho peso a nivel turístico». En esta línea, habló de unir la actividad del litoral gaditano para crear un turismo más allá del de sol y playa, aprovechando la industria pesquera y los recursos naturales de la zona.

El presidente del Grupo de Desarrollo Pesquero adelantó que cuando se inaugure el Monumento al Atún de Cádiz «empezaremos a poner actividades en común, como un germen de una nueva forma de generación de empleo».

Veleta con objetivos de futuro

En esta línea, el regidor chiclanero añadió su deseo de que este monumento fuese «el presagio de algo mejor y de que se pueden hacer cosas en el futuro relacionadas con la pesca». Marín además hizo alusión a una posible vuelta de la almadraba a Chiclana «si así empujamos todos en la misma dirección». Además, también resaltó el carácter estético de la escultura, cofinanciada por la Unión Europea y la Junta de Andalucía a través del Grupo de Desarrollo Pesquero Cádiz-Estrecho.

Por último, agradeció a Rodríguez por «acordarse de la historia de Chiclana, que tuvo un peso almadrabero muy importante» e insistió en que a Ruta Milenaria sea «el presagio de algo mejor».

Pedro Luis Barberá, autor del monumento y vecino chiclanero, también estuvo presente en la inauguración y detalló que se trata de una escultura cinética, con movimiento propio, para marcar la dirección del viento. «La estructura es de acero inoxidable resistente a ambientes marinos y el resto es bronce comercial, que irá envejeciendo con el tiempo», comentó. También resaltó que el proyecto de ingeniería de la obra está confeccionado para resistir vientos de hasta 250 kilómetros por hora.

Las siete esculturas se han fabricado en un taller chiclanero, Inoxidables Chiclana, en un año y medio en el que han trabajado una docena personas.