Un convenio obsoleto

La crisis económica ha cambiado conceptos y, en cierto modo, el ritmo de la vida cotidiana. El cierre de empresas, el drama del paro y los desahucios, entre otros dramas sociales, han sido el común denominador de estos cinco años de ajustes, que ha obligado a muchos a reinventarse para poder sobrevivir. La denuncia que hace la Federación de Empresarios del Metal de Cádiz no es un capricho o una pataleta para ganar más. Al contrario. Llevan años advirtiendo de que el convenio sectorial de la provincia necesita de una profunda reforma para adaptar su articulado a los nuevos tiempos. Mientras que las empresas han activado mecanismos de reducción de sueldos entre sus plantillas, ajustes...., el Metal ha seguido anclado en un convenio inmóvil que ahora es, a todas luces, poco competitivo. El marco laboral que regula la actividad de unos 10.000 trabajadores en la provincia es el más alto de Andalucía y el segundo mayor de España. Con estos registros resulta muy complicado lograr carga de trabajo o inversiones de fuera. De hecho, el presidente de la Diputación de Cádiz, el popular José Loaiza, reconocía esta semana que es más rentable construir un barco en los astilleros gallegos que en los gaditanos, debido a la reducción de los costes laborales. Patronal y sindicatos deben llegar a un acuerdo cuanto antes, que ponga fin al enfrentamiento y, sobre todo, a la incertidumbre ante un convenio que no acaba de firmarse. En estos cinco años todos hemos hecho sacrificios y es lógico que el sector del Metal también los haga para ganar en competitividad. De momento, las empresas del sector buscan otros horizontes, mientras que la Bahía sigue perdiendo contratos.