Uno de los bloques de Aifos con el anuncio de venta en un balcón. :: C. C.
SAN FERNANDO

La pesadilla de Aifos, a punto de acabar con la comercialización del segundo bloque

Tras seis años de retraso, se espera concluir a finales de 2013 con una actuación que ha llevado a cientos de familias a perder el dinero dado por los pisos

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
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Ya no recuperarán sus pisos y aunque aún mantengan la batalla, es muy complicado que consigan el dinero. En algunos casos se dieron hasta 100.000 euros, aunque la mayoría rondaba entre los 40.000 y 60.000 euros. Todo ello por unas viviendas cuya llave deberían de haber recogido en el año 2007. Seis años después la actuación se va a completar, aunque los afectados siempre tendrán que convivir con la pesadilla de la promoción Cala del Sol, aquel proyecto de Aifos que sólo sirvió para estafar a cientos de personas.

Pero, al menos, los bloques ya no serán un símbolo de la caída del ladrillo en la ciudad. Un ejemplo que sirvió hasta a televisiones de Hong Kong para ilustrar el problema de España y presentar una de las razones de su recesión económica. La actuación está a punto de concluir y se espera que sea a finales de año o principios del próximo cuando las máquinas abandonen para siempre este lugar.

De hecho, Unicaja -que se convirtió tras la quiebra de Aifos en el propietario del segundo bloque- ya ha comenzado el proceso de comercialización de las viviendas, llamando a aquellas personas que se habían interesado previamente en quedarse con alguno de los pisos de la promoción.

Todo ello cuando el Banco Santander, que se ha hecho con los pisos del primer bloque tras absorber a Banesto, continúa con las ventas de estos pisos, que han tenido que tirar sus precios para poder darles salida ante la situación de crisis. Ahora se puede acceder a una de estas viviendas desde 67.000 euros. Aquí se puede observar la caída de precios a causa de la recesión económica, ya que estas viviendas se vendían, antes de la tormenta que hizo que quedaran abandonadas a la intemperie, en más de 250.000 euros.

Eso a Unicaja le saldrá más rentable, puesto que pudo acabar las viviendas con un remanente del préstamo que le dio a Aifos para sacar adelante la actuación. En el caso de Banesto era distinto ya que todo el crédito que se le dio a la promotora fue a parar a cubrir otros tipos de necesidades con la esperanza de sortear su quiebra. Además, el inmueble estaba más deteriorado al haber sufrido el ataque continuo de personas en busca de cable y chatarra para vender, lo que elevó su coste a más de seis millones de euros. El edificio de Unicaja se encontraba con su armazón de ladrillo, lo que evitó esta situación.

Con ello se va cerrando la venta de los pisos vacíos de grandes construcciones que se repartían por la ciudad. En este punto se encontraba también las torres de la Casería. En este caso de la constructora Arenal 2000, otra empresa en quiebra y dentro del proceso, al igual que Aifos del caso Malaya. Caixa Bank fue la entidad que se hizo con estas 'megaestructuras' que se alzan en el barrio de La Casería. Ahora han entrado en el banco malo, pero gracias a políticas de bajada de precios y posibilidades de alquiler con opción a obra, se pudo colocar la mayoría de viviendas de las tres torres, que por otro lado aún no ha despejado el litigio en los tribunales sobre la legalidad en su construcción.