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El conflicto se extiende a la capital de Líbano y golpea el bastión de Hezbolá

Cuatro personas resultan heridas en Beirut por dos cohetes lanzados tras el mensaje de la milicia chií de combatir hasta lograr la victoria del régimen

DAMASCO. Actualizado: Guardar
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Cuatro personas resultaron heridas tras el impacto de dos cohetes Grad en el principal feudo de la milicia chií de Hezbolá en Beirut. El ataque se produjo menos de 24 horas después de que el líder del Partido de Dios, Hasán Nasrala, prometiera combatir hasta lograr la victoria de Bashar el-Asad en la vecina Siria a la que calificó de «columna vertebral» de la resistencia. «Los autores de este ataque son terroristas y vándalos que no quieren la paz y la estabilidad para Líbano y los libaneses», denunció el presidente libanés, Michel Suleiman, en un comunicado de condena de una acción sin precedentes desde la guerra de 2006 entre Hezbolá e Israel.

La crisis siria cruzó una vez más la frontera libanesa y además de Trípoli, ciudad del norte del país donde han muerto al menos 30 personas en la última semana entre detractores y seguidores de El-Asad, golpeó también en Beirut. El conflicto se enquista mientras la comunidad internacional ultima los detalles de la conferencia de paz de Ginebra, a la que las autoridades sirias «en principio» piensan acudir, según adelantó el ministro de Exteriores Walid al-Mualem, en el transcurso de su visita oficial a Bagdad. El jefe de la diplomacia siria consideró que la futura conferencia constituye una «oportunidad» e insistió en que, desde el inicio del conflicto en marzo de 2011, su Gobierno «ha creído que el diálogo entre el pueblo sirio es la solución».

Menos clara está la postura de la oposición, que hasta ahora ha demandado siempre la dimisión del presidente sirio antes de sentarse en la mesa frente al régimen.

Sobre el terreno, junto al frente de Qusair, donde los opositores armados siguen resistiendo el empuje de Ejército y milicianos de Hezbolá, se registraron combates al norte del país y al menos once rebeldes sirios perdieron la vida en enfrentamientos con milicianos kurdos del Partido de la Unión Democrática (PYD), brazo sirio del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos. La región kurda de Siria permanece al margen del conflicto contra Damasco, no se ha sumado al alzamiento y los dirigentes locales trabajan en su propia agenda en la búsqueda de mayores libertades.