Justicia e igualdad

En los últimos días, la Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a Pacheco por prevaricación y malversación. El partido que él dirige no ha aceptado la sentencia por considerarla un atropello, un linchamiento judicial sin precedentes. Francisco Camps, sin embargo, no fue condenado y abandonó por prudencia el cargo de presidente de la Generalitat Valenciana. En los últimos meses se ha reconocido su inocencia y su imagen se ha limpiado. No soy quien para decirle a nadie lo que tiene que hacer, pero está claro que un representante público tiene que tener una trayectoria transparente y ser un ejemplo de civismo entre los ciudadanos que representa. Cada pueblo tiene el gobierno que se merece: si una sentencia judicial no se respeta, no se respeta la justicia. Después de todo esto, se podría dar a entender que en la sociedad existen dos clases: los políticos que gobiernan y se saltan la justicia 'a la torera', y los no políticos, que son gobernados y dirigidos con una vara de hierro llamada ley.