Mariano Rajoy, durante la última sesión de control al Gobierno en el Congreso. :: JUAN CARLOS HIDALGO / EFE
Economia

Rajoy defenderá en el Congreso sus reformas pese a la debacle del paro

El presidente sitúa al país en el escenario económico más adverso, aunque confía en remontar antes de que acabe la legislatura

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Mariano Rajoy, que según el CIS es ya el presidente del Gobierno peor valorado de la democracia, mide con escuadra y cartabón sus intervenciones públicas para intentar amortiguar este desgaste. Un silencio que, en ocasiones, exaspera a sus propios correligionarios. Valga como muestra que en esta misma semana, el jefe del Ejecutivo no salió el jueves a la palestra para valorar el dramático dato de los 6,2 millones de desempleados ni presentó el último paquete de reformas que el Consejo de Ministros aprobó ayer y que incluye la subida y creación de nuevos impuestos y la prórroga de la subida del IRPF, al menos un año más. Unas medidas que vuelven a atentar contra el programa electoral que otorgó al PP la victoria los comicios generales de noviembre de 2011.

Y todo ello 48 después de que el propio Rajoy asegurase en los pasillos de del Congreso que «no habrá impuestos el viernes». Pero el viernes llegó y el Gobierno aprobó un nuevo incremento impositivo, al que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, no calificó como tal, sino como una mera «novedad tributaria». La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, recalcó que «no se van a subir los grandes impuestos, como la Renta y el IVA; es más, en la medida de lo posible, en tiempos venideros procuraremos suavizarlos», reiteró.

Curiosamente, a lo que no dio luz verde el Consejo de Ministros fue al recorte presupuestario en algunos ministerios, medida que sí adelantó el presidente del Gobierno en sede parlamentaria.

Pese a todo ello, Rajoy intentará defender el conjunto de su política económica en una comparecencia en el Congreso que, como muy pronto, se producirá el miércoles 10 de mayo, ya que la semana que viene apenas si hay actividad parlamentaria debido a que en Madrid son fiesta los días 1 y 2 de mayo.

Rajoy tampoco tendrá una intensa agenda pública la semana que viene. Según las previsiones de Moncloa, el jefe del Ejecutivo tan solo tiene dos citas: el lunes 29 intervendrá en el Casino de Madrid en la Asamblea Anual del Instituto de la Empresa Familiar y el viernes 3 de mayo presidirá la reunión del Consejo de Ministros.

Los grupos parlamentarios velan armas ante la anunciada comparecencia. Rajoy presentará como aval a su política económica la buena acogida que este plan de reforma ha tenido en la Comisión Europea, que ha consentido prorrogar en dos años el objetivo de reducción de déficit. Arropado por la holgada mayoría absoluta del PP, el presidente expondrá el denominado Plan Nacional de Reformas y el programa de estabilidad 2013-2016, que sitúa al país en el peor escenario posible: la tasa de paro se situará en el 25,8% en 2015, tres puntos más que al inicio de la actual legislatura.

Prudencia extrema

Pese a esta perspectiva, fuentes del Ejecutivo niegan la posibilidad de que Rajoy deje finalmente una tasa de desempleo superior a la que dejó José Luis Rodríguez Zapatero. «Hemos actuado con prudencia extrema, con cálculos muy conservadores», repitió en dos ocasiones Sáenz de Santamaría durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que estuvo flanqueada por los titulares de Economía y Competitividad y de Hacienda y Administraciones Públicas, Luis de Guindos y Cristóbal Montoro, respectivamente.

«Lo mismo que hemos tenido que revisar las previsiones macroeconómicas a la baja, también podemos tener que actualizarlas al alza, fruto de una mejora de las expectativas», comentó un portavoz del Ejecutivo.

Otro de los argumentos a los que recurrirá Rajoy durante las réplicas que mantenga con los portavoces de los partidos de la oposición será que sin sus reformas, España estaría intervenida por la Unión Europea como lo están Grecia, Portugal o Chipre, lo que habría derivado en recortes de mayor calado que los realizados.