Sin apenas novedades en unas reformas que el Gobierno explicará «mejor» a Bruselas

«La Comisión Europea no tenía bien interiorizadas muchas de las reformas ya adelantadas y por eso hemos preferido profundizar en ellas». Así trató de justificar ayer el Gobierno que los grandes ejes del Programa Nacional de Reformas 2013 apenas supongan novedad alguna respecto a los anuncios que ha ido desgranando el gabinete de Mariano Rajoy los últimos meses.

De las ocho «grandes» reformas destacadas por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, solo una podría ser calificada de novedosa y, además, apenas se encuentra en una fase embrionaria. Se trata de la Ley de Desindexación que, básicamente, pretende que el índice de precios de consumo (IPC) siga siendo la referencia principal para múltiples contratos y actuaciones del ámbito económico, sobre todo las vinculadas al ámbito público.

Del resto, todo conocido salvo en materia fiscal, donde se habló de subidas de impuestos especiales (salvo hidrocarburos) y nuevos tributos medioambientales, pero sin concretar nada, y algunas cuestiones puntuales, por ejemplo, medidas para impulsar el capital riesgo y los 'business angels' (inversores generadores de empleo), o bien la evaluación de las políticas de empleo por un organismo independiente.

«Profuso» pero conocido

Poco más, pese a que desde el Gobierno se enfatizó en lo «profuso» de su Programa de Reformas. Y extenso es, sin duda, pero sin grandes cambios respecto a lo que conocíamos hace apenas 48 horas. Desde la Moncloa y los ministerios económicos se dio la misma justificación para ello: «hemos tenido que explicar de nuevo reformas que ya habiamos adelantado, porque hemos comprobado que cuando la Comisión Europea las va conociendo mejor aumenta su valoración».

Dicho de otra forma. Aunque el vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, sugirió el jueves que esperaba nuevas reformas de España para corregir los desequilibrios macroeconómicos «excesivos» que aún arrastra, desde el Ejecutivo se insistió en que «ellos mismos (la CE) nos han pedido seguir como estamos (en esta línea de las medidas); que continuemos haciendo las mismas cosas y profundicemos en ellas, no que cambiemos». A este respecto, fuentes gubernamentales puntualizaron que «lo raro es que alguien se hubiera llevado una sorpresa» ayer, teniendo en cuenta que «no hemos actuado de forma independiente» sino consultando antes con Bruselas.