Nicolás Maduro saluda al general Jacinto Perez Arcay ayer en Caracas. :: REUTERS
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El Gobierno venezolano llama «asesino» a Capriles

La ministra de Prisiones asegura que prepara una celda para que el líder opositor «purgue sus crímenes» y «cure su adicción a las drogas»

LA HABANA. Actualizado: Guardar
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A horas de haber juramentado su cargo, el «trabuco» ministerial -como denominó el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a su Gabinete- se ha lanzado a la acción como un elefante en una cacharrería. Una de las más radicales ha sido Iris Varela, ministra de Asuntos Penitenciarios, que en una rueda de prensa dijo de manera muy visceral que estaba preparando una celda para Henrique Capriles por ser el «autor intelectual» de la muerte de ocho chavistas en la violencia desatada al conocerse el triunfo de Maduro. Y tildándolo de drogadicto, señaló que la estancia le serviría para desintoxicarse.

«Estoy preparando la celda donde vas a tener que ir a purgar tus crímenes, porque eres un fascista y eres un asesino», sostuvo la ratificada ministra en rueda de prensa. «Capriles Radonski, estos crímenes, de los que tú eres responsable y autor intelectual, no van a quedar impunes; la única buena noticia que puedes tener es que la cárcel que te espera no va a ser como las que nosotros heredamos en el 98», agregó la responsable del sistema carcelario, donde el hacinamiento ha provocado varias revueltas sangrientas.

Varela dijo también que esperaba que en la cárcel se le pudieran quitar al líder opositor sus «pensamientos fascistas» y someterlo a una rehabilitación.

«Deja el consumo de estupefacientes, no sigas consumiendo drogas porque eso te está llevando por mal camino», aseguró Varela.

El Gobierno acusa al líder opositor de incitar a cometer hechos violentos cuando llamó el 14 de abril a «descargar la arrechera (rabia)» en la calle. Capriles rectificó y día después dijo que rechazaba los ataques entre venezolanos y que había que «descargar la arrechera en la olla», es decir en los cacerolazos.

Investigación de la Fiscalía

Para probar la denuncia, el Ejecutivo mostró por la cadena nacional de televisión un informe con 62 fotografías de supuestas agresiones en 18 lugares entre el 15 y 16 de abril. Portavoces de Provea (Programa Venezolano de Educación-Acción en derechos humanos) señalaron que no hubo ataques a consultorios médicos y negaron que hubiera muertos. Sin embargo, la defensora del Pueblo, Gabriela Ramírez, detalló cuatro días después «las lamentables agresiones contra personas, infraestructuras del programa sociosanitario Barrio Adentro -en el que colaboran profesionales cubanos-, sedes de instituciones públicas y casas del PSUV (el partido gobernante)».

La Fiscalía confirmó que tiene abiertas 161 investigaciones contra la oposición. Mientras tanto, Maduro y Capriles se desahogaban en la red social Twitter. Para el presidente, «el odio y el desprecio al pueblo generó violencia y muerte. Hace una semana derrotamos el golpe de Estado con firmeza y el amor al pueblo». Por su parte, el líder opositor criticaba la utilización de emisoras de radio y televisión para incriminarle: «El enchufado mayor (Maduro) ahora mete cadenas para tratar de seguir sembrando sus mentiras. ¡La ilegitimidad no te la quita nadie!». Las hachas de guerra están muy lejos de quedar enterradas.