La alcaldesa, en el centro, flanqueada por dos de los ediles críticos. :: L. V.
Sierra

Los ediles de El Bosque se oponen a la gestión de su propia alcaldesa

Critican que se le haya retirado la delegación de Urbanismo a uno de ellos y piden a la dirección provincial del PP que actúe para salvar la situación

EL BOSQUE. Actualizado: Guardar
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Aseguran que ha sido la gota que ha colmado el vaso y han optado por hacer público su desacuerdo con la gestión de la alcaldesa Inmaculada Gil (PP). La postura no llega de las bancadas socialistas sino que son tres de los ediles del propio Partido Popular, Salvador Vidal, Verónica Trujillano y Soledad Salguero, los que han levantado la voz contra su compañera tras la retirada de la delegación de Urbanismo al primero de los concejales. En primer lugar aseguran que esta «destitución» no ha sido consensuada sino que responde a «una decisión arbitraria y personal de la alcaldesa».

Los tres ediles, que son los únicos que el PP tiene en el Ayuntamiento además de la alcaldesa, aseguran que la actividad técnica de Urbanismo y las problemáticas que debían resolverse obligaron a Vidal, presidente local del partido, a tomar decisiones y «han encontrado el rechazo de la Alcaldía sin una argumentación coherente». La alcaldesa, por su parte, asegura que decidió su destitución por «cuestiones internas» y destaca que «valoraré la situación con los órganos de dirección del partido, por respeto al mismo, y no es un posicionamiento público que aliente un enfrentamiento que jamás debería producirse». Preguntada por el origen de esta situación, Gil no se muestra partidaria de dar estas explicaciones de momento y se limita a parafrasear a María Dolores de Cospedal asegurando que «no podemos permitir comportamientos reprobables, ilícitos o indignos», al tiempo que recuerda que «yo estoy aquí para gobernar para todos los bosqueños y no sólo para los que muestren más simpatía por unas siglas políticas concretas».

Las decisiones urbanísticas parecen estar detrás de una situación que la dirección provincial del partido trata de solucionar desde hace días, habiéndose producido varias reuniones para tratar de limar asperezas. Los tres ediles que denuncian aseguran que se ha perdido la confianza, por ambas partes, destacando que en dos años de gobierno «hemos intentado poner en práctica un espíritu de trabajo en equipo, que en innumerables ocasiones ha tropezado con la actitud hermética de la alcaldesa». A su vez, añade que «su visión personal en el desempeño de las responsabilidades políticas y administrativas ha sido contraria a los razonamientos comunes, dialogados y razonados con todos los miembros del equipo de Gobierno». Además, aseguran que el PP de Cádiz ha conocido siempre la situación y consideran que «se ha llegado a un punto de no retorno que obliga a tomar decisiones por el bien de El Bosque y en defensa de nuestra dignidad, la ética y la transparencia ante los ciudadanos».

En concreto, piden a la dirección de Cádiz que como grupo mayoritario los apoye para buscar una salida a la situación «adoptando la fórmula más idónea para la mayoría que nos respalda». Además, destacan que nunca cederán las actas de concejales y añaden que «tenemos alternativas que han sido consensuadas con todos los miembros del PP local y que, por el momento, preferimos no sacar a colación». También recuerdan que su preocupación se vio reflejada en un acta de reunión del partido celebrada en diciembre de 2012.

Por último, critican a la alcaldesa por no acercarse lo suficiente a los ciudadanos y aseguran que se ha caído en «la tecnocracia, el ocultismo y cierta prepotencia, el mal discurso y las malas formas». También aseguran que «las proclamas que hizo el PP en su programa electoral han caído en saco roto, se le ha dado la espalda y practicado una dirección administrativa de la entidad pública, carente de proximidad social, que radica en la tecnocracia, el ocultismo y cierta prepotencia».