Silvio Berlusconi, durante un acto del partido en Roma. :: ETTORE FERRARI / EFE
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Los sondeos niegan la remontada de Berlusconi

A un mes de los comicios Bersani le saca doce puntos, pero el caótico sistema electoral quizá le obligue a pactar con Monti

ROMA. Actualizado: Guardar
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Italia está a un mes de las elecciones más inciertas desde hace décadas y, a dos semanas del veto a la publicación de sondeos, prohibidos en los 15 días previos, ayer se divulgaron varias encuestas que coincidían en sus previsiones. Los datos no se mueven desde inicios de enero y confirman la victoria del Partido Demócrata (PD) de centroizquierda de Pierluigi Bersani y sus aliados con un 38% de los votos, a doce puntos de la coalición de Berlusconi. El Pueblo de la Libertad (PDL) y la Liga Norte se quedarían en un 25-26%. Es decir, los sondeos niegan el mito de la gran remontada del magnate que él mismo ha alimentado desde que anunció su candidatura el pasado 6 de diciembre.

Sin embargo, y como se preveía, el maquiavélico sistema electoral italiano ideado por 'Il Cavaliere', no traduce estos números en una mayoría para el PD. Solo en la Cámara de Diputados. El truco está en el Senado. Allí el reparto de escaños se hace a escala regional, no nacional, y se lleva la mayor parte de los puestos en juego el partido más votado en cada territorio. El resto se distribuye entre los demás y, por tanto, a más fragmentación del voto, como ocurre en Italia, mucho peor para todos los segundos.

A Berlusconi le basta ganar en dos de las regiones más grandes, e históricamente feudos suyos, Lombardía y Véneto, para dejar a Bersani sin mayoría en el Senado. En ese escenario Bersani está obligado a pactar con Mario Monti, que sería tercera fuerza con un 15-16%. Le seguiría el movimiento de protesta del cómico Beppe Grillo, con un 13%.

A día de hoy la alianza Bersani-Monti parece de cajón, aunque en campaña se tiren los trastos a la cabeza. El primer ministro en funciones, que tiene a un asesor de Obama como consejero de imagen, ha transformado su aspecto seráfico y se ha vuelto cañero. En cualquier caso ninguna fuerza parece haber roto el techo inicial de los sondeos.

Tampoco Silvio Berlusconi con su apabullante invasión mediática. Cuando empezó estaba en el 14% y solo habría subido cuatro puntos. En teoría, echar a los 'impresentables' del PDL, algunos de sus diputados condenados o investigados, le daba dos puntos. E incluso fichar a Kaká en el Milan, otros dos. Para los expertos, al margen de lo que se invente ahora, habría agotado su capacidad de recuperar votos perdidos.

Escándalo financiero

Naturalmente los sondeos se pueden equivocar. En Italia, con el margen de las dos últimas semanas sin encuestas, son frecuentes las sorpresas. Además aún puede pasar de todo y, por ejemplo, anteayer estalló el escándalo del Monte dei Paschi di Siena, tercer banco del país y el más antiguo del mundo, en el que se ha destapado una gestión chapucera, operaciones con derivados y un gran agujero aún por determinar. Situado en la región más roja de Italia, Toscana, tradicionalmente ha estado controlado por la izquierda y no se descarta que el caso reste apoyos al PD.

Por otro lado Berlusconi ya tuvo una espectacular remontada que nadie predijo en 2006 y perdió por muy poco. Además los estudios dicen que la mayoría de los indecisos, y son un tercio de los votantes, son electores suyos desencantados. Quién sabe si volverán a caer ante sus encantos. El que tuvo ayer una ligera caída física fue el propio 'Il Cavaliere', que a sus 76 años y con la tralla que se está metiendo sintió que le fallaban las fuerzas al final de un mitin. Se tuvo que sentar y le llevaron un vaso de agua fresca.