Un grafiti en Caracas proclama la admiración por el presidente Hugo Chávez. :: MIGUEL GUTIERREZ / EFE
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Venezuela prepara un futuro sin Chávez

La ausencia del presidente para su investidura agudiza el debate sobre la transición

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Las noticias no son las mismas desde que Hugo Chávez se sometió a su cuarta operación. Hasta entonces, y pese a su batalla de 18 meses contra el cáncer, el carismático gobernante daba que hablar. Entonando canciones folclóricas, empuñando la espada de Bolívar, riñendo a periodistas, hablando durante horas sin mirar un papel o preguntando a sus colaboradores en medio de sus televisados 'Aló Presidente'. Su ausencia, que a juzgar por las caras cariacontecidas de sus ministros podría llegar a ser definitiva, agudiza el debate sobre una transición a corto plazo.

En la calle los sentimientos van del dolor a la alegría. Lloran a mares por su campechano líder los favorecidos por los programas médicos y educativos que con apoyo cubano benefician a los más pobres. La burguesía, azotada con ofensivos epítetos, y el empresariado se frotan las manos pensando que sin Chávez, a quien dicen no desearle nada malo, el chavismo se desintegrará.

Sin embargo, y pese a la distancia física del hombre que se dio al conocer al admitir que su golpe militar para deponer a Carlos Andrés Pérez había fracasado «por ahora», el Gobierno chavista tiene una maquinaria aceitada. El ministro de Comunicación e Información, Ernesto Villegas, insistía ayer en que sectores radicales de oposición esperan «pescar en río revuelto» ante la «situación especial» de Chávez, quien «está de reposo médico».

El Gobierno ha dado con cuentagotas la información sobre el mal del presidente desde que en junio de 2011 él mismo informó que tenía un tumor canceroso en la región pélvica. Sin más informes médicos que los transmitidos por el líder bolivariano y en estos 26 últimos días por alguno de sus ministros, la oposición exige conocer detalles de la operación y del estado de salud del paciente.

Ante la incertidumbre, disparada por la designación del vicepresidente Nicolás Maduro como sucesor de Chávez si hacía falta acudir a elecciones, Gobierno y oposición se han enfrascado en un debate sobre cuál debe ser el procedimiento a seguir en el caso de que el mandatario elegido el pasado 7 de octubre no pueda jurar su cargo el próximo 10 de enero.

La antichavista Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se apega al artículo de la Carta Magna que fija el día preciso o de lo contrario, estipula la celebración de elecciones presidenciales en 30 días. El oficialismo, que domina todas las instituciones, prefiere el artículo que permite jurar ante el Tribunal Supremo en una fecha posterior sin especificar pero que permitiría la reincorporación de Chávez, supuestamente recuperado. Maduro compareció la noche del viernes por la televisión insistiendo en esa idea. Imitando a Chávez al exhibir una copia minúscula de la Constitución, aseguró que «el presidente en estos momentos es presidente en funciones, tiene su gobierno constituido, él está con un permiso constitucional». El también canciller leía artículos relacionados con las causas que «pudieran derivar en una ausencia absoluta». «Si tocamos piso, ninguna de estas causas puede ser enarbolada por la oposición venezolana, porque están trastocando la Constitución; el artículo 233 es el que establece las causas y los mecanismos para declararlo», agregó.

La polémica sobre el tema surgió también en la Asamblea Nacional, que ayer instaló la primera sesión de la nueva legislatura. Fueron juramentados 165 asambleístas, la mayoría oficialistas, que ratificaron la postulación para presidente del parlamento unicameral de Diosdado Cabello. Cabello dijo que la sesión era «una fiesta democrática» donde «al final ocurre lo que tiene que ocurrir, una mayoría será la que se exprese». El hemiciclo se llenó de diputados, gobernadores y ministros del Gobierno nacional, presididos por Maduro.

La oposición no ha definido quién sería su candidato si hubiera elecciones en un mes, pero Henrique Capriles, derrotado por Chávez en las presidenciales de octubre, actúa como tal especialmente desde que fue reelegido gobernador de Miranda.

Sin tiempo para volver a realizar unas nuevas primarias, el ex candidato presidencial, que ha logrado mejores resultados desde que Chávez ganó su primera consulta popular en 1998, aprovecha su ventaja y ataca al canciller, su previsible rival. «Creo que Maduro no aguantaría muchos 'rounds' en una contienda presidencial, no calza la responsabilidad que le dieron». Otros analistas, hacen leña del poco carisma de Maduro, un hombre serio y poco dado a las vehemencias de su convaleciente jefe. Pero todo se andará.