ESPAÑA

Madrid Arena: «Ver, oír y callar»

Varias testimonios aseguran que los operadores de cámaras de las macrofiestas madrileñas tenían orden de borrar los incidentes Una acusación sostiene que las imágenes comprometedoras se destruían

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los cinco vigilantes de seguridad encargados del circuito interno de cámaras del pabellón Madrid Arena en la trágica fiesta de 'Halloween' tenían orden de destruir las imágenes que pudieran reflejar hechos delictivos. La decisión no fue excepcional aquella fatídica madrugada del 1 de noviembre, sino que era una práctica habitual en los diferentes macroeventos que se celebran en la noche madrileña, según una acusación personada en la causa que investiga la muerte de las cinco jóvenes.

La instrucción que recibían los operadores de cámara era «ver, oír y callar». Consistía en que incidencias que se producían en las fiestas y que eran grabadas se eliminaban para evitar que una posterior denuncia pudiera comprometer a los organizadores. Se trataría de quejas de asistentes por cacheos irregulares, agresiones, presencia de menores, consumo de bebidas alcohólicas, consumo y tráfico de droga o exceso de aforo como en el Madrid Arena.

La acusación popular ejercida por el sindicato Manos Limpias presentó el pasado jueves un escrito en el Juzgado número 51 de Madrid en la que asegura que dispone de varios testimonios que certifican que los organizadores de las macrofiestas, incluido Miguel Ángel Flores en el Madrid Arena, tenían por costumbre cubrirse las espaldas borrando las imágenes de incidentes en sus eventos.

El hecho más palpable, añade el escrito, es que en el recinto del Madrid Arena se manipularon las cámaras del circuito interno, ya que algunas eran simples carcasas colgadas de las paredes, incluidas las del vomitorio donde se produjo la avalancha mortal.

Así lo pudieron comprobar los miembros de la comitiva judicial que inspeccionaron el recinto el pasado 12 de noviembre, encabezados por el magistrado, el fiscal jefe, el secretario judicial y representantes de la policía científica y de la brigada de homicidios. Después hubo otra visita el pasado 26 de diciembre con los abogados.

De la misma forma, la acusación popular recuerda al juez que existe otra denuncia en la Agencia Española de Protección de Datos, de 19 de diciembre, en la que se informaba de tales hechos y prácticas.

Seguriber

Por este motivo, Manos Limpias pide al juez que dicte un oficia a la Agencia de Protección de Datos para que remita la denuncia de vigilantes y operadores de cámara contra la empresa Seguriber.

Esta compañía era la encargada de controlar la seguridad del recinto la noche de la tragedia y a su vez había sido contratada por Madrid, Espacios y Congresos, la empresa municipal que se ocupa de gestionar el pabellón de la Casa de Campo, entre otros recintos.

Precisamente, el pasado 4 de diciembre el juez dio traslado a las partes de siete nuevas imputaciones, a las cuatro primeras que hizo a principios de noviembre. Entre los nuevos acusados se encuentran dos responsables de Seguriber, Raúl Monteverde y José París Nalda, quienes actuaban como coordinadores-jefes de dicha compañía la noche de autos.

En su escrito remitido al juez, Manos Limpias asegura que el superior de ambos, Iván Somontes Santamaría, inspector de seguridad de la compañía, no se encontraba en el operativo de la macrofiesta del Madrid Arena, sino de vacaciones en Santander, delegando la función inspectora en estos dos «vigilantes no cualificados» que ahora han sido imputados.

Dado su rango y su responsabilidad en la seguridad del trágico evento la acusación popular también reclama al juez que le cite como imputado, así como a su homólogo en Madrid, Espacios y Congresos, José Rodríguez Caamaño, que tampoco estuvo en la fiesta de 'Halloween' y que delegó en dos «técnicos de producción», José Ruiz Ayuso y Francisco del Álamo, este último también imputado.