«Yo no soy esa clase de persona y lo que pasó fue por culpa de las drogas»

Agustín Pérez Sastre no quiso pronunciar palabra alguna cuando fue arrestado en marzo del año pasado por el asesinato de su tía. Hasta tres letrados de oficio le asistieron antes de que la jueza ordenara su ingreso en prisión preventiva a la espera de juicio. No podían diseñar estrategia procesal alguna con una persona que se negaba a abrir la boca. Los hechos por los que le acusan son de extrema gravedad: la muerte a golpes de la hermana de su madre. Los hechos ocurrieron en el interior de una vivienda de la calle Barbate. La madre de Agustín fue quien recompuso el relato de lo sucedido a partir de lo que había vivido. Su hijo, aquejado de un fuerte síndrome de abstinencia, había irrumpido en el domicilio familiar, enloquecido. Su progenitora salió huyendo y su hermana se quedó dentro. Cuando la Policía llegó al piso, se encontró a la mujer muerta, tirada en el suelo y sobre un gran charco de sangre.

El presunto autor de los hechos fue detenido poco después en la glorieta Ingeniero de la Cierva sin oponer resistencia alguna. Agustín, que lleva recluido desde entonces en la prisión de Puerto II, ha roto su silencio a través de una misiva dirigida a este periódico, en la que achaca todo lo ocurrido a las drogas. «Yo no soy esa clase de persona y lo que pasó fue por culpa de las drogas, las cuales me llevaron a hacer algo así. Pues ni yo me lo creo, ya que Dios sólo sabe la verdad».

Cuando Agustín fue detenido en marzo del año pasado sumaba ya 30 arrestos. Según confirmaron fuentes penitenciarias a este medio, la primera vez que ingresó en la cárcel corría el año 1997 cuando acababa de cumplir la mayoría de edad. Pese a su amplio historial delictivo, nunca había sido detenido por delito de sangre hasta el año pasado. «Yo siempre he respetado a mi familia y Dios sabe que yo daría la vida por ellos y que jamás llegaría a hacer algo así estando como Dios manda».

Agustín Pérez Sastre es primo de Charly, uno de los detenidos por los últimos atracos. Han coincidido entre rejas y en el mismo domicilio de la Barriada de la Paz donde la tía de Agustín fue asesinada. Ahora el 'Agus', que está a la espera de juicio, desea que lo envíen a un CPD -centros de desintoxicación donde derivan a los presos por delitos de escasa gravedad para un correcto tratamiento- porque asegura que nunca tuvo esa oportunidad o bien que sea puesto en libertad en breve.