Tribuna

El abecé del municipalismo

PRESIDENTE DIPUTACIÓN DE CÁDIZ Actualizado: Guardar
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El abecé del municipalismo: garantía de los servicios sociales, pago a los proveedores y, en tercer lugar, control del déficit público, esto es, no gastar más de lo que se ingresa. Lo dijo Mariano Rajoy hace sólo siete días al término de unas jornadas 'populares' celebradas en Barcelona. Lo dijo y además todo esto que dijo lo ha puesto en práctica desde que ganó las elecciones el pasado 20 de noviembre, hace casi un año ya.

Mariano Rajoy ha desempeñado otros muchos cargos públicos antes del de presidente del Gobierno de España. También fue presidente de la Diputación Provincial de Pontevedra hace casi treinta años y durante casi tres. Municipalista convencido, practicante, el presidente del Gobierno defiende a ayuntamientos y diputaciones porque son las instituciones capaces de hacer las ciudades y los pueblos «más agradables y vivibles».

En la Diputación Provincial de Cádiz, ese es justamente nuestro empeño. Aplicamos las recetas que desgranó el otro día Mariano Rajoy en su intervención en Barcelona ante cientos de cargos públicos del Partido Popular y que hasta que el PP ganó las elecciones este modo de gobernar era desconocido por el PSOE en la provincia. Y, además, nos esforzamos en cumplir con la petición que hizo el presidente del Gobierno a los concejales, alcaldes y presidentes de diputaciones presentes en el auditorio: «Tenéis la obligación y el compromiso de hacer esfuerzos para que cada vez las cosas sean mejores».

Es cierto que esta obligación, este compromiso, son complicados de llevar a cabo porque, en las circunstancias en las que nos encontramos, miles de personas tienen dificultades para trabajar o se quedan sin prestaciones. Pero, desde el Gobierno provincial, hacemos todo lo que podemos hacer dados nuestros recursos: reforzar la política social, con un incremento de las partidas destinadas a tal fin en los próximos presupuestos que estamos elaborando en la actualidad, gastar en servicios y proveedores únicamente lo que podemos pagar y, por último, controlar los gastos sin que eso suponga necesariamente renunciar a las inversiones (necesarias para contribuir a la creación de puestos de trabajo) y destinando los dineros públicos a la generación de las mejores condiciones en el ámbito laboral y empresarial de la provincia para salir de la crisis reforzados.

La crisis es el enemigo común de quienes gobernamos y debiera ser, asimismo, de quienes están en la oposición. No hay que perder esto de vista. Porque ahora es más necesario que nunca seguir el abecé del municipalismo a pies juntillas y, sobre todo, sumar voluntades. Los gaditanos no perdonarían jamás que este Gobierno provincial antepusiera sus intereses partidistas a los intereses generales. No lo hemos hecho y no lo vamos a hacer. Pero tampoco los gaditanos perdonarían que la oposición antepusiera intereses partidistas o particulares a dar respuesta a las demandas ciudadanas.

Valga como ejemplo el ejercicio de responsabilidad que lleva a cabo este Gobierno el próximo lunes, cuando me reúna con el subdelegado del Gobierno, Javier de Torre (PP), y el delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Cádiz, Fernando López Gil (PSOE), para coordinar actuaciones conjuntas de las tres administraciones en Vejer y Benalup, municipios en los que las lluvias torrenciales provocaron daños millonarios.

Esto es lo que esperan los ciudadanos de sus políticos, que hagamos esfuerzos para que cada vez las cosas sean mejores. Además, ante estas situaciones de emergencia, ante problemas que no precisan de una solución inmediata, actuamos con responsabilidad, con sentido común. Desde el primer momento en el que se encendieron las alarmas, la Diputación Provincial de Cádiz puso a disposición de la alcaldesa benalupense (PSOE), Amalia Romero, y del regidor vejeriego (PP), José Ortiz, todos los medios materiales y humanos para llevar a cabo los primeros trabajos de limpieza e invité personalmente a De Torre y López Gil a acordar las medidas que las instituciones que representamos tomarán para paliar los daños ocasionados por el temporal en esa cita que decía se producirá este lunes próximo. Alcanzaremos acuerdos dejando al margen las siglas políticas de cada uno de los tres gobiernos que representamos.

Lamentablemente, esto no es siempre posible. La realidad dista mucho de lo ideal. Falta coherencia y crítica constructiva. Especialmente en el PSOE. Más allá de las cuitas internas de en la Diputación Provincial (también, de acuerdo a lo que trasciende en los medios de comunicación, las tienen en Sevilla y más todavía en Madrid), el principal partido de la oposición no sólo rechaza sistemáticamente las políticas que estamos poniendo en marcha (¡hasta cuestionan los planes de empleo hasta 2015 con 86 millones de euros de inversión que cuentan con el respaldo expreso de los sindicatos y las organizaciones empresariales y de autónomos!), sino que además se opone a iniciativas que estamos adoptando al tiempo que sus alcaldes reciben las ayudas con gratitud. Esta misma semana, el alcalde de Barbate, Rafael Quirós, agradecía públicamente en una entrevista en una cadena de radio provincial el esfuerzo del Gobierno del PP para normalizar la situación de su ayuntamiento por medio del plan de asistencia a municipios para el pago de nóminas. En términos parecidos se ha expresado la alcaldesa de La Línea. Y, sin embargo, el portavoz del grupo socialista, José María Román, marcha a pie cambiado, coincidiendo en esto con la presidenta del grupo socialista, Irene García: todos los diputados del PSOE se abstuvieron a la hora de votar a favor del fondo que hemos impulsado desde Hacienda y Recaudación para asistir a municipios con problemas de liquidez. Tremenda contradicción.

En cualquier caso, con o sin esos grandes acuerdos, con o sin el apoyo del PSOE, sólo siguiendo las recetas de Rajoy y reforzando la cooperación y asistencia a los municipios, esta Diputación podrá seguir siendo portadora de buenas noticias.