EL REMATE DE

JUGAR Y ENTENDER

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D ecía Guardiola hace más o menos un año de Andrés Iniesta: «Este no se pinta el pelo, no lleva pendientes, nunca se queja, siempre entrena bien...». Pues todo esto es trasladable al vasco Beñat, a mis paisanos Mata y Cazorla, a Valerón... Este tipo de jugadores son buen ejemplo de los valores que hoy en día se van perdiendo entre los jóvenes. Llegar a lo más alto no es fácil ni sencillo. El camino para merecer llegar a la élite; sí, 'merecer', es el que marca gente sencilla como estos cuatro magníficos jugadores. Humildad, sencillez, esfuerzo, naturalidad, personalidad, cercanía, generosidad y la capacidad fundamental para entender este juego; cosa distinta a jugar al fútbol. La esencia del juego la manejan con el disfrute de lo que hacen, superando en algunos casos problemas musculares o lesiones que en determinados momentos de su trayectoria han tenido que sufrir. No son muy mediáticos ni les gustan los focos de las televisiones, pero nos hacen muy felices cuando los vemos expresarse sobre un terreno de juego. Uno (Iniesta) nos ha hecho campeones del mundo, el vasco (Beñat) continúa en una proyección magnífica, los asturianos triunfando en Inglaterra y el canario sigue siendo un ídolo en el Dépor. Entendiendo este juego, transmiten un magnífico ejemplo a la juventud actual. Son gente muy sana. Nada de soberbia, lujos, excesos, portadas. juegan para divertirse como lo hacían en la calle, en el barrio. Poseen una característica diferenciadora, talento. Talento técnico pero también talento táctico. Talento táctico para interpretar lo que demanda cada jugada del partido, la toma de decisiones, la colocación, el criterio con el balón. Generalmente a todos ellos los define una frase: «Qué fácil lo hace, qué bien ve el fútbol». Es más llamativo a primera vista su técnica, pero tan importante o más es su capacidad para entender el juego. La inteligencia o riqueza táctica unida a esa virtud técnica les convierten en referente. Son esa brújula alrededor de la cual se construye ofensivamente un equipo de fútbol. Una cosa es jugar y otra entender el juego. Esta gente sencilla entiende el juego de maravilla.