Apuntes

Vergüenza de ayudas

El Partido Popular por fin exige con mayor contundencia que se aclare todo lo ocurrido con las ayudas al Plan Bahía

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Los dirigentes del Partido Popular en la provincia pusieron ayer, por fin, el dedo en la llaga de las ayudas del Plan Bahía Competitiva. Lo que ha ocurrido con las subvenciones concedidas por la unión Europea con la intermediación de la Junta de Andalucía es clamoroso. Millones de euros que se han ido por el desagüe a causa de la falta de escrúpulos de algunas personas a las que la Justicia deberá ajustar las cuentas, y de la incompetencia o colaboración de los responsables de velar porque ese dinero público se destinara a la ayuda a emprendedores y empresas para la creación de empleo en la provincia de Cádiz.

Bien sea por incompetencia o bien por 'conchabeo', lo cierto es que se trata de un escándalo de dimensiones mayúsculas que, de momento, no ha tenido ningún tipo de consecuencias. Por supuesto, ni en forma de dimisiones ni en forma de asunción de responsabilidades por parte de quien corresponda.

A lo más que llegó la Junta de Andalucía fue al cese en sus funciones de Antonio Perales -responsable de mediar para dar el visto bueno o no a esas ayudas- y a lo más que llegó el propio Perales fue a afirmar que le habían engañado y que había actuado de buena fe porque quería lo mejor para su pueblo, Alcalá, a donde se suponía iban a ir a parar una buena parte de estas ayudas.

Ahora, desde el partido mayoritario de la provincia, se pide que se vaya un paso más allá, que se depuren responsabilidades de verdad y de una vez. El teniente de alcaldesa del Ayuntamiento de Cádiz, Ignacio Romaní, calificó ayer el fraude de «vergüenza». Y se quedó corto en el apelativo. Es un insulto para la provincia con mayor tasa de desempleo de España que las ayudas destinadas a empujar para salir poco a poco de esta crisis galopante, acaben en la cuenta corriente de un sinvergüenza y que los responsables de las mismas miren hacia otro lado con tal de protegerse unos a otros.

Porque como asegura el propio Romaní, presuntamente, los que andan detrás de este asunto son las «grandes familias» del PSOE provincial. Unas familias que durante décadas han dirigido los destinos de una provincia a la que han convertido en la cola de Europa.