Rebekah Brooks abandona ayer una comisaría de Policía. :: STEFAN WERMUTH / REUTERS
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Rebekah Brooks, la primera imputada

La Fiscalía británica acusa a la exdirectora del News of the World de obstrucción a la justicia en el caso de las escuchas ilegales

LONDRES. Actualizado: Guardar
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La trama de las escuchas ilegales en la prensa británica dio ayer un giro trascendental con la imputación de la exdirectora de News of The World (NoW), Rebekah Brooks, por obstrucción a la justicia. El marido de la periodista, su secretaria, su chófer y dos empleados de seguridad del grupo de Rupert Murdoch fueron también acusados de conspirar para malograr las pesquisas policiales. El matrimonio Brooks protestó por la «injusticia» de la decisión y acusó a la Fiscalía de montar una cruzada contra la en el pasado poderosa ex consejera delegada de News International.

«Estoy perpleja con la decisión», protestó Rebekah Brooks. Su marido, Charlie, se expresó con más dureza. «Es un intento de convertirme en chivo expiatorio para aumentar la presión contra mi mujer, quien es objeto de una caza de brujas», aseguró en tono enfadado. Ambos denunciaron la «injusticia» de la decisión tomada por la Fiscalía que, según alegaron, no se basa en un análisis imparcial de las pruebas. «Lucharemos en los tribunales», concluyó el viejo amigo del primer ministro, el conservador David Cameron.

Los seis imputados conforman la primera remesa de procesos judiciales abiertos por el escándalo de las escuchas del cerrado dominical y el soborno a empleados públicos por parte de periodistas y ejecutivos de News International, la división de prensa británica de Murdoch.

La exreina sensacionalista de los tabloides es la principal afectada de las causas confirmadas ayer. Se le acusa de tres delitos de ocultar pruebas para obstruir las pesquisas policiales. De acuerdo con la abogada fiscal, Alison Levitt, Brooks «conspiró» con su marido y cuatro colegas de trabajo para retirar de News International documentos, ordenadores y otros equipos electrónicos con material sensible para la investigación. Los presuntos hechos delictivos se habrían cometido en julio de 2011, poco antes de que la mano derecha de Murdoch dimitiera del grupo y fuera detenida por primera vez.

Pervertir la causa de la justicia, como se reconoce obstrucción en el derecho penal británico, es una ofensa criminal que se castiga con pena de presión. Los seis imputados, que reiteraron su inocencia, comparecerán ante el juez el 13 de junio. La Fiscalía aún debe decidir si hay pruebas suficientes para procesar por soborno o interferencia de comunicaciones a este grupo o a la treintena de sospechosos que la Policía sigue investigando.