La cruz de guía de la Coronación, de plata de ley. :: JAVIER FERGÓ
balance

Una Semana Santa mejor que la anterior

Las hermandades han asumido riesgos en sus decisiones en una celebración llena de incertidumbres; La lluvia se convirtió de nuevo en protagonista pero salieron casi todas las cofradías

JEREZ Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La lluvia, aunque estuvo presente en varios días de la Semana Santa, no se convirtió en protagonista de la misma manera que lo hizo la pasada Semana Mayor. Y esa es, sin lugar a ninguna duda, la mejor noticia que los cofrades podrían tener, aunque lo cierto es que las precipitaciones marcaron, y de qué manera, el desarrollo habitual de la Semana Santa. Fue tiempo de partes, de modelos y de predicciones. De decisiones conservadoras, y otras arriesgadas. De cambios de estilo, y de fidelidad a la propia historia de las hermandades. Fue una Semana Santa en la que las decisiones de las juntas de gobierno marcaron las sendas de las crónicas posteriores, porque salvo el Miércoles Santo, el resto de días se pasaron mirando al cielo.

El tono general de las hermandades ha sido bueno. El gasto se ha contenido en la mayoría de los casos, pero eso no ha sido impedimento para que las cofradías lucieran solemnes en sus estaciones de penitencia. El ahorro, principalmente, ha sido en flores, aunque ha habido cofradías que han lucido en este sentido de manera extraordinaria. Dolores iba inmensa, tanto por el acompañamiento musical, excepcional de repertorio y de calidad, como por las flores que eligió la mayordomía de la hermandad. También la Amargura, siendo tradicional con las rosas y matiolas, o el palio de la Soledad y Patrocinio, ambos con orquídeas. Los de Juan Manuel Toro, sencillamente, van perfectos, demostrando un año más que lo importante no es la flor que se le coloca al palio, sino la pericia de quien ejecuta el trabajo.

Hubo hermandades que apostaron por un cambio de capataz, y los resultados fueron, en líneas generales, óptimos. Alvaro Barba se ha consolidado como una referencia, con tres pasos en la calle, y los tres llevados con solvencia. Tomás Sampalo dominó también sus tres hermandades, destacando Dolores con su caminar elegante con los sones de la Municipal de Gerena por la novedad. Martín Gómez Moreno demostró, un año más, su condición de actual primer espada, con las seis cofradías que saca aun nivel ciertamente difícil de superar. Encarnación, sencillamente, fue un paseo, mientras que lo poco que pudimos disfrutar de Soledad anunciaba elegancia por los cuatro costados del paso. El Prendimiento fue, de nuevo, duende, la Borriquita poder en su zancada y la Cena, la dulzura hecha costalería. La chicotá de vuelta de las Lágrimas fue, sencillamente, antológica. Pero hubo muchos otros pasos que anduvieron solemnes, poderosos sin duda. Nombrarlos a todos sería imposible, pero la tónica general en la costalería es de un avance evidente.

El nivel musical, de lujo

Pocas son ya las hermandades que les da igual la banda que lleva su paso. Pocas, por no decir ninguna. Lo cierto es que las cofradías han comenzado a buscar buenas bandas para sus pasos, y lo que es más importante, adecuadas al estilo de la hermandad. Destacó la Centuria tras el paso de Cristo de la Defensión, o San Juan Evangelista tras el Cristo del Amor. La Estrella de Dos Hermanas es, sencillamente, con los Gitanos, la mejor agrupación que viene a Jerez, y la Sentencia y la Caridad demostraron un año más que no hay que buscar una banda fuera de la ciudad si uno quiere calidad, y de la buena, tras sus pasos. El Rosario de Cádiz, que va detrás del Santísimo Cristo de la Sed, es directamente inconcebible que no venga más en Semana Santa, y el Nazareno de Rota se coloca como la banda más cofrade de cuantas vienen a la ciudad, y además, es que tiene una calidad magnífica.

Y por supuesto, las direcciones de cofradía. En general, bien, aunque con lagunas importantes, principalmente en algunas hermandades de capa. Tiempos de paso desmedidos en Carrera Oficial, eso es innegable, pero cortejos muy bien dispuestos en su mayoría.