Jerez

La Policía Local decidirá hoy si se moviliza durante la Semana Santa

Los agentes podrían adoptar una huelga a la japonesa o trabajo a reglamento, por el que solo intervendrían en casos de gran necesidad

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Los ánimos están caldeados y la Semana Santa podría acabar salpicada por los múltiples frentes abiertos que mantiene el Ayuntamiento. La falta de dos nóminas y la incertidumbre en torno al plan de ajuste y la RPT son razones más que suficientes a juicio de los agentes de la Policía Local para seguir con sus reivindicaciones. Por ello, hoy es el día elegido por el SIP para reunirse en asamblea y decidir si 'boicotean' a su manera la inminente celebración de la Semana de Pasión. Así lo confirmó ayer el portavoz del SIP, Gabriel Cordones, enumerando todos los problemas por los que atraviesa la plantilla y que lógicamente han calado no solo en el bolsillo de los funcionarios, sino también en su ánimo. Como explicó, al retraso en las nóminas de enero y febrero se ha unido ahora la ausencia de comunicación sobre iniciativas como la RPT o el citado plan, que el personal de la Policía Local desconoce cómo afectarán a su situación laboral y su tarea diaria. «Hemos llamado varias veces al delegado de Recursos, Javier Durá, y a la alcaldesa, y todo lo que nos dicen es que están realizando un estudio sobre el impacto en la plantilla. Que ya nos informarán».

Pero este compromiso es insuficiente para ellos, que temen que el plan de ajuste se apruebe en el pleno del viernes sin que los trabajadores sepan en qué les influirá. Del mismo modo, se mostraron en contra del programa de pagos anunciado por el Consistorio, argumentando que este mes les abonarán una cantidad relativa a enero que no llega ni a 200 euros.

Así las cosas, Cordones no descartó que hoy se adopten medidas contundentes de presión de cara a la semana próxima, aunque prefirió no aventurarse y entrar en detalles hasta que lo decida la asamblea. Sobre el horizonte planean iniciativas tomadas en otras épocas como la huelga a la japonesa, lo que multiplicaría el número de multas impuestas, o el trabajo a reglamento, que supone justo lo contrario y con el que solo se intervendría en casos de verdadera necesidad.