Economia

Los Reyes coronan la Torre Iberdrola de Bilbao

Díaz Galán reafirmó su compromiso de «mantener en España el centro de decisión» de la compañía eléctrica

BILBAO. Actualizado: Guardar
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La Torre Iberdrola era hasta ayer un edificio oficialmente inacabado. Le faltaba un detalle cargado de simbolismo, la placa conmemorativa que descubrieron don Juan Carlos y el presidente del grupo, Ignacio Sánchez Galán, a la una y cinco de la tarde. La inauguración congregó a 400 invitados en un acto que escenificó el arraigo de la compañía en Bilbao y el apoyo de las instituciones al mundo empresarial, casi cinco años después de la colocación de la primera piedra.

Desde aquel 19 de marzo de 2007, la ciudad la ha visto asentar sus cimientos y levantar 41 plantas mientras el panorama económico se ensombrecía a su alrededor. Los primeros trabajadores se instalaron el pasado mes de septiembre, pero no ha sido fácil encontrar una fecha para el bautismo oficial. Los responsables de la compañía querían contar con la presencia de los Reyes para dar mayor realce al evento, que se desarrolló en un ambiente solemne revestido de sobriedad. La puesta de largo del rascacielos tuvo lugar a ras de suelo, en el luminoso vestíbulo, aunque los monarcas visitaron más tarde la planta 33 -donde mantuvieron un encuentro con trabajadores de Iberdrola- y disfrutaron de un almuerzo privado en la 37.

Llegaron sobre las 12.45 horas y fueron recibidos por Ignacio Sánchez Galán y las autoridades. Junto al lehendakari, el diputado general y el alcalde de Bilbao, acompañaron a don Juan Carlos y doña Sofía el ministro de Industria, José Manuel Soria, y la presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga. Los asistentes les saludaron con aplausos, mientras desde la calle se escuchaban consignas contra la Casa Real y pidiendo el cierre de la central de Garoña. Tras el 'aurresku' de honor, el arquitecto César Pelli les explicó, junto a una maqueta, las claves del proyecto, que ha exigido cuatro años y medio de obras y una inversión de 200 millones de euros.

Motor económico

El único discurso que se escuchó en el acto inaugural fue el del anfitrión, Ignacio Sánchez Galán, que agradeció la presencia de los Reyes y recordó «el apoyo que la Corona ha brindado siempre a Iberdrola» en sus 111 años de existencia. Una trayectoria «que comenzó aquí, en Bilbao, donde se encuentran nuestras más hondas raíces» y la ha convertido «en la quinta empresa eléctrica del mundo». El presidente del grupo aseguró que el techo de Euskadi es también el símbolo de su compromiso con la industria vasca y reafirmó su deseo de «mantener nuestro centro de decisión en España ejerciendo de tractor sobre el tejido económico», un aspecto que adquiere especial importancia «en los tiempos de incertidumbre y dificultades económicas que estamos viviendo».

También reconoció públicamente «el impulso del alcalde de Bilbao, la colaboración de la Diputación y el papel de nuestros socios, la BBK» en el empeño de elevar esta construcción de 165 metrosa. Iberdrola mostró interés por trasladar su sede social a Abandoibarra desde 1997, aunque no fue hasta 2004 cuando tomó las riendas del proyecto. «Fue una apuesta de Iberdrola y también del Ayuntamiento y de Bilbao Ría 2000», recordaba ayer Iñaki Azkuna tras el acto institucional. Ayer comentó con el monarca «la anécdota de la plaza de toros», cuando desde el burladero le planteó a Sánchez Galán que abanderara la construcción de la torre. «Me dijo 'lo vamos a estudiar' y a los quince días me llamó. Luego empezaron las negociaciones económicas y los estudios, pero lo cierto es que Iberdrola se lanzó al ruedo». Así empezó a levantarse un edificio con 50.000 metros cuadrados de oficinas que ayer, por fin, quedó inaugurado.