El Poder Judicial acelera la expulsión de Baltasar Garzón de la carrera

El Poder Judicial no quiso demorarlo ni un día más. La Comisión Permanente del órgano de los jueces se constituyó ayer en «funciones de pleno», algo no demasiado habitual, para expulsar de la carrera judicial a Baltasar Garzón. Lo hizo «en cumplimiento» de la sentencia del Tribunal Supremo que, el pasado 9 de febrero, le inhabilitó durante once años por entender que prevaricó al ordenar la escucha de los abogados de los cabecillas de la trama Gürtel. El definitivo apartamiento del magistrado estaba previsto que se oficiase este próximo jueves, cuando se reúne el Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que, no obstante, deberá confirmar la expulsión, según informaron fuentes de la institución.

La Comisión Permanente, en su resolución, destaca que su inhabilitación lleva aparejada la «pérdida definitiva del cargo que ostenta» -titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional- y de los «honores que le son anejos». Los jueces recuerdan que, durante estos once años, Garzón no podrá optar a ningún «empleo o cargo con funciones jurisdiccionales o de gobierno dentro del Poder Judicial», ni siquiera «con funciones jurisdiccionales fuera del mismo». Esas prohibiciones, no obstante, no impiden que el magistrado expulsado pueda ejercer como abogado, asesor de cualquier organización -lo ha sido del Tribunal Penal Internacional, de la Organización de Estados Americanos y del Comité contra la Tortura-, o, incluso, como fiscal si decidiera opositar a una plaza y pasar por el centro de estudios del Ministerio Público, algo que todas las fuentes consideran extremadamente improbable.

'Antecedentes'

La expulsión decretada ayer, que lleva aparejada la «anotación» de esos 'antecedentes' en el «expediente personal» del magistrado, también provoca el cese de las suspensiones provisionales acordadas por el CGPJ cuando Garzón también fue imputado por investigar al franquismo -una causa en la que se espera una sentencia inminente- y por los patrocinios de sus cursos en la Universidad de Nueva York, un sumario archivado la semana pasada provisionalmente por prescripción, a la espera de que se resuelvan los recursos.

El consejo también acordó notificar ayer mismo la expulsión a la Sala Segunda del Tribunal Supremo -la que condenó al juez-, al Ministerio de Justicia y a la Mutualidad General Judicial.

Con la resolución de este lunes Baltasar Garzón deja oficialmente de ser juez. Solo podría recuperar esa condición cuando tenga 67 años. En 2023 el ahora exmagistrado, si no vuelve a ser condenado por la causa del franquismo u otras, podría retornar a la carrera, aunque su escalafón se verá seriamente perjudicado porque no se le contabilizará como antigüedad la década larga que estará fuera de los tribunales.

La decisión de la 'permanente' también abre el proceso burocrático para sacar a concurso la plaza de titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, que por un breve tiempo todavía será ocupada de forma interina por el juez Pablo Ruz.