Tras la asamblea una parte de los asistentes protagonizó una marcha a pie hasta el Consistorio. :: ESTEBAN
Jerez

La plantilla pide «contundencia»

Los empleados plantearon ayer acciones que van desde protestas en los grandes eventos a interrumpir la actividad en el aeropuerto Más de un millar de trabajadores municipales acudieron a la asamblea convocada por los impagos

JEREZ. Actualizado: Guardar
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«Queremos cobrar ya», «huelga, huelga», «hay que hacer algo». Ésos fueron algunos de los gritos que más se escucharon ayer en la asamblea general de los trabajadores del Ayuntamiento de Jerez que se celebró en el Polideportivo Ruiz-Mateos, un recinto lo suficientemente grande para albergar en un momento dado a la totalidad de la plantilla municipal, pero en el que ayer se dieron cita ayer solo algo más de un millar de los alrededor de 2.700 empleados de la institución local.

Los propios representantes sindicales de la plantilla, que hablaron a la gradería desde un atril reconocieron que «seguimos siendo pocos», por lo que la actividad municipal no se paralizó ayer totalmente, sino que solo se resintió algunas horas -también hubo servicios mínimos-. Y eso que hasta la fecha la plantilla solo ha cobrado 1.125 euros de la nómina de diciembre y no hay noticias de cuándo llegará la paga extra y el salario de enero.

Pero los que acudieron ayer a la llamada de las centrales sindicales para decidir qué nuevos pasos se van a dar ante los impagos lo hicieron teniendo muy claro que hay que actuar con «más contundencia». Al menos ésa es la conclusión que se extrae de las medidas que lanzaron ayer unos y otros y que fueron recogidas por el comité de empresa para elaborar un calendario de movilizaciones.

Fue poco después de las 12.30 de la mañana cuando dio comienzo la asamblea. Y lo hizo marcada por la incertidumbre y la paranoia que se ha ido alimentando durante los últimos días y que hablaba incluso de que la alcaldesa, María José García-Pelayo, iba a hacer ayer una anuncio dramático en el marco de su rueda de prensa de los viernes. Fue la propia presidenta del comité Nieves Calvillo, la que puso el tema sobre la mesa y lo cuantificó al afirmar que «sabemos que se ha hablado de 600 despidos».

Al final no llegó la sangre al río, la primera edil no sacó las tijeras, pero el caldo de cultivo ya estaba hecho para que la plantilla llegara a la cita de ayer reclamando más claridad, más explicaciones y «medidas mucho más duras» ante la situación por la que atraviesan.

Los primeros en hablar en el polideportivo fueron los representantes de cada una de las secciones sindicales CC OO, UGT, CGT, ATMJ y CTP), incluso el del SIP (Sindicato Independiente de la Policía Local), cuyos miembros protagonizaron el miércoles su propia protesta y por los que ayer preguntaron parte de los trabajadores sentados en las gradas a gritos de «¿Los policías dónde están?».

A grandes rasgos, desde todos los sindicatos lanzaron un mensaje parecido: hay pocas explicaciones por parte del gobierno local, no hay visos de que se vaya a cobrar pronto, los «mimos» que se esperaba que llegaran del gobierno de Mariano Rajoy en cuestiones como la retención de los ingresos del Estado no se están produciendo y los bancos tampoco están dando facilidades para librar el dinero.

En esta tesitura, algunas secciones sindicales como CC OO ya lanzó para el debate las primeras medidas que pasan por denunciar al Ayuntamiento por los intereses de la demora en el pago de los salarios, hacer marchas a Diputación para apoyar las negociaciones para liberar tomas de razón, hacer cortes de tráfico e incluso forzar a Cajasol, cuya comisión de riesgo tiene que aprobar los créditos, a que sea flexible con una retirada masiva de cuentas de los empleados.

También se habló de boicotear la agenda oficial de la alcaldesa, cerrar al público las delegaciones de forma rotatoria, acumular asuntos propios para paralizar la actividad municipal y hasta pedir que los ediles que cobran de otras instituciones (Senado o Diputación) vean retenidos sus sueldos hasta que se pague a la plantilla.

Pero las propuestas fueron subiendo de nivel porque la plantilla se reconocía ayer «harta de la situación». Por eso, desde el graderío llegaron acciones como la posibilidad de interrumpir la actividad en el aeropuerto o la estación de tren, de parar partidos del Xerez o manifestar en días de encuentro en casa o de realizar «sonadas protestas» en grandes eventos como la Semana Santa o el Mundial de Motos, lo que fue recibido con enormes aplausos.

Tras la asamblea, parte de los asistentes se dirigieron en una marcha por las calles del centro hasta el Ayuntamiento y ya han dejado la pelota en el tejado de la comisión permanente integrada por comité de empresa y junta de personal que se reunirá el próximo lunes para analizar las medidas de presión planteadas por los trabajadores y empezar a darles curso legal.

Y es que los trabajadores municipales, como dijeron ayer en la asamblea, «solo queremos cobrar, gobierne quién gobierne».