En lo que va de legislatura ya ha habido varios episodios bochornosos en el Salón de Plenos. :: LA VOZ
Chiclana

Políticos de corto recorrido

El último Pleno volvió a dejar claro lo difícil que será un acuerdo en temas vitales como el PGOU o Sancti Petri

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«Que pongan un pedestal a la estatua de Blas Infante y entreguen el Pin de Oro con la que está cayendo suena a cachondeo». Esta frase, reproducida íntegramente y pronunciada por un exconcejal chiclanero a este medio, resume a la perfección lo que está ocurriendo en la ciudad con su clase política.

El último y enésimo ejemplo de cómo hacer las cosas mal por parte de todos los partidos, sin distinción de siglas, tuvo lugar en el último pleno ordinario celebrado en la tarde del pasado jueves. El rifirrafe no estuvo, sencillamente, a la altura. Con un debate sin apenas contenido, temas ya anunciados, y la mayoría bloqueados para un gobierno en minoría sin capacidad de maniobra, el Pleno demostró que cada día los políticos locales están más lejos de las necesidades de los chiclaneros.

La discusión se centró por momentos en temas administrativos que no interesan nada al ciudadano. Los ediles de IU, Ana Rodríguez y Roberto Palmero, incluso se marcharon antes de tiempo, en una pataleta infantil por la actitud del alcalde, Ernesto Marín. Por su parte, el portavoz socialista, José María Román, estuvo en sus distintas intervenciones más alterado que de costumbre, llegando a alzar la voz en ocasiones. Una de las ediles socialistas, Cándida Verdier, criticó que el gobierno municipal del PP «lleva ocho meses tocándose la barriga», lo que desató las iras en la bancada de los populares. Ni siquiera el alcalde logró conducir el debate por términos adecuados.

Las reacciones a este nuevo espectáculo no se hicieron esperar. El PSOE cree que Marín «tiene que aprender reglas democráticas». Pero el problema es de todos. La petición de cordura y «consenso en los grandes temas» de la Asociación de Empresarios y colectivos vecinales han caído en saco roto. Chiclana no puede permitirse este panorama con casi 13.000 desempleados, un Plan General anulado y numerosos proyectos parados sine die.