Las más precoces de la pasarela

Lo tiene todo para triunfar en el mundo de la moda: belleza, talento y sobre todo un nombre, el de su madre Cindy Crawford. Kaia ha sorprendido debutando a sus 10 años como modelo para Young, que es la línea joven de la empresa Versace. Las fotografías de la campaña juegan con el indudable parecido físico entre madre e hija. Kaia luce una melena al viento muy semejante a la que solía exhibir su progenitora, que fue una de las grandes modelos de la década de los noventa. Pero la pequeña Crawford no es la única que ha irrumpido en los últimos tiempos en el mundo de las pasarelas de la mano de un apellido ilustre. Anaïs Gallagher, hija de Noel Gallagher, componente del grupo británico Oasis, acaba de protagonizar una sesión para el reputado fotógrafo de moda Mario Testino. Anaïs solo tiene 12 años pero lleva ya a sus espaldas varias campañas de moda y acaba de firmar un contrato con una agencia de modelos británica.

Algo más talludita es Lily Collins, hija del compositor y batería Phil Collins (Génesis), que a sus 22 años suma un abultado currículo como presentadora de televisión, actriz y modelo. La pequeña del que fuera el sustituto de Peter Gabriel al frente de la banda británica de rock fue un ejemplo de precocidad al protagonizar una serie de televisión cuando aún no había cumplido los 3 años. Otra que ha aprovechado su apellido ilustre para hacer incursiones en el mundo de las pasarelas es Georgia May Jagger, hija de Mick Jagger y Jerry Hall, que ha trabajado, entre otras firmas, para Channel y Rimmel London. Su hermana Elizabeth también ha probado fortuna con éxito y ha sido imagen de Lancome además de haber posado para 'Playboy'. Está claro que un apellido famoso abre muchas puertas en el muy voluble negocio de la moda.