«Invierto todo mi dinero en joyas»

Jessica Brown Findlay es una de las actrices de la premiada serie 'Downton Abbey' (Antena 3, hoy 22.30h), donde da vida a Lady Sybil, la hija menor de los Crawley y la rebelde de esta familia de aristócratas. En esta segunda temporada, ella quiere trabajar en el hospital del pueblo, ayudando a Inglaterra, que acaba de entrar en guerra contra Alemania. Corre el año 1914 y las mujeres de la alta sociedad británica no se mezclaban con los que no eran de su clase y, menos aún, con los lacayos. Sybil rompe moldes.

- ¿Cómo es Lady Sybil?

- Es una heroína a su manera. Y un poco ingenua. Es una mujer que ha crecido en un mundo muy estático, rígido, y sin embargo vive convencida de que puede cambiarlo. Ahora se va a ver que ella ha cambiado, que su ingenuidad ha ido desapareciendo por la realidad de la guerra.

- No. Ella es demasiado buena, educada, rígida, con un gran sentido de la moral. Yo no soy así. No pertenezco a su mundo.

- Después de pasar varias horas con ellos una entiende porque han dejado de utilizarse. Es imposible moverse con ellos. Algunos son originales y cuando me los pongo siento que pertenezco a esa época porque me muevo más despacio. El vestuario es una auténtica armadura que aprisionaba físicamente a las mujeres.

- Profesionalmente me está abriendo muchas puertas. Ahora tengo la oportunidad de conocer gente que antes no me recibía. Por primera vez siento que formo parte de esta industria porque hasta que aterricé en la serie nada había sucedido para mí. Tengo que reconocer que es maravilloso tener trabajo y descubrir que tanta gente está respondiendo de forma positiva a lo que estamos haciendo. Siento una gran responsabilidad porque quiero mantener lo que he logrado y me da miedo, ya que no sé si esto va a durar o no.

- Mucho. Supongo que tiene algo que ver con mis inseguridades, pero desde niña he sido supersticiosa. Hago muchas cosas; si paso rápido por una casa en la que nunca me gustaría vivir contengo la respiración. A veces llego a ponerme azul de la cantidad de casas que paso al mismo tiempo. Dirás que soy rara pero no puedo evitarlo. Cuando estoy en un rodaje antes de salir a grabar doy tres golpes en una puerta con los nudillos. El tres es mi número de la suerte.

- Siempre me ha gustado el escenario, bailar, disfrazarme. Mi madre, que es profesora, supo que lo mío era la interpretación. Creo que mis padres me ven como un bicho raro porque me gusta vestirme con ropa vintage y escuchar música antigua. Pero siempre he contado con su apoyo

- Me gusta adornarme (se ríe). Como buena actriz me siento un poco gitana y esa es mi actitud hacia la vida. Mis anillos son un reflejo de ese estilo. Digamos que invierto todo mi dinero en joyas. Si alguna vez me quedo sin nada los venderé.