Paradores ya reserva habitaciones en Cádiz para verano de 2012

Que las obras del Hotel Atlántico van a buen ritmo es algo evidente. Se puede observar la fachada casi finalizada desde la calle. Ahora tocará el turno al juego de fechas: ¿se entregará en febrero, será en marzo o finalmente en abril? Pero lo cierto es que lo que realmente importa es cuándo abrirá al público. El director general de comercialización de Paradores, Carlos Abella Picazo, fue tajante en este sentido: «Tenemos reservas confirmadas para el verano de 2012». Abella, un profesional con experiencia en el mundo hotelero (exdirector de marketing y exjefe de ventas del grupo Husa, antes de trabajar para Segitur y después para Paradores, entre otras cosas) siempre apostilla a los clientes que insisten en reservar en este alojamiento gaditano que el edificio está en obras aún, y que «siempre puede haber imprevistos.

Pero todo apunta a que en verano tendrá abiertas sus puertas», señala. Tanto es así que tiene ya comprometidas grandes reuniones empresariales «para después de verano, con total seguridad, en septiembre». Y es que, como cuenta el responsable de comercialización de la red pública de alojamientos, el Parador de Cádiz estará especialmente dirigido al mercado empresarial. «Su gran capacidad para reuniones, congresos, convenciones, con una gran cocina, lo hacen el alojamiento idóneo para este tipo de encuentros. Este será uno de los nichos de mercado más importantes para el hotel».

En estos momentos el equipo de Paradores trabaja en la comercialización del Parador. Aunque aún no se pueda reservar a través de internet, ni por teléfono, sí es posible enviar correos para solicitar habitaciones a cadiz@parador.es, y la organización se compromete a confirmar la fecha en cuanto sea posible. Por ahora se vende por los canales habituales; carteras de comerciales, agencias de viaje, acuerdos con empresas y la Red de Amigos de Paradores (donde hay inscritos más de 530.000 socios).

Uno de los mayores cambios que se producirán en el Parador Hotel Atlántico, además de la evidente construcción del edificio, será el cliente objetivo. Con el nuevo establecimiento se buscará a más viajeros extranjeros, «especialmente al europeo que busca destinos de sol y playa, asociados a la Red de Paradores», explica Abella. Se refiere a los mismos viajeros que ya conocen este tipo de alojamiento (a los que les precede la buena fama) y que se han alojado en el de Mojácar, Nerja, incluso Ronda (como destino asociado con la Costa del Sol). También se está trabajando con turistas de larga distancia; como los estadounidenses o japoneses, «más atraídos por la cultura de los pueblos que por la playa». Estos son especialmente interesantes porque contratan estancias más largas; más días, más gasto para el alojamiento y para la ciudad.

Pero el director de comercialización se apresura a aclara que no por eso se dejará a un lado al cliente más fiel, al nacional. «Tenemos algunos que han venido generación tras generación y que reservaban siempre las mismas habitaciones. Ellos seguirán teniendo un trato muy especial, por supuesto».

Uno de los puntos fuertes del Parador de Cádiz será su cocina, «muy importante para celebraciones como bodas, bautizos y otras fiestas sociales. Esto ocurre en todos los Paradores de la red nacional, pero no con la misma importancia. El 48% de los ingresos de Paradores procede de la hostelería, algo inédito en otras cadenas hoteleras», argumenta Abella, quien asegura que el Parador volverá a acoger a las familias gaditanas, «pero mucho mejor atendidas».